Esta semana en el blog de Psicología en Positivo comenzamos compartiendo una serie de textos que estoy seguro seran bien recibidos. Su autora, a quien conoceremos como Ampy Cilina, es médico y una persona dotada de una gran sensibilidad. Como ella dice, escribir le relaja y si con ello puede ayudar a alguna otra persona, mejor que mejor. Espero que os gusten tanto como a mi, saldrán puntualmente cada viernes:
Casi todas las experiencias por las que pasamos en la vida describen un círculo. Por eso, solemos llamarlas ciclos.
Todo círculo comienza en un punto y termina cuando vuelves a encontrarte en ese mismo punto.
A lo largo de nuestras vidas, iniciamos por nosotros mismos muchos círculos…y muchas veces pensamos que no se cierran…aunque siempre lo hacen. A veces necesitamos seguir pensando que nunca los cerraremos.
Otras veces precisamos una señal de que ese círculo por fin se ha acabado, quizás porque si esa señal llega, es el momento de iniciar otro nuevo círculo.
Una persona desaparece de tu vida sin más…y durante mucho tiempo te aferras a que esa persona no salga de tu vida.
Esa separación inicia un círculo.
Permaneces ligado a todo lo que te puede unir a ella…a fotos, a cartas, a las redes sociales que os unían.
Pasan los meses, y tu cuerpo te va pidiendo que renuncies y vayas despidiéndote… así que vas rompiendo lazos…cada día.
Siguen pasando los meses, y ya crees que no hay lazos que te unan… no la has olvidado… pero ya no hay nada que recuerdes que te ata.
Y de pronto… un buen día, descubres por casualidad, que alguien pone ante tus ojos algo que no recordabas que te unía a esa persona…
Y en ese momento, que ves que un mínimo lazo os une, puedes hacer dos cosas:
- O bien persistes en tu idea de no alejarte y mantienes ese lazo.
- O bien rompes ese lazo.
Si eres capaz de romperlo, por ti mismo, estás de enhorabuena. Ya has llegado a tu punto de inicio. Has conseguido cerrar el círculo.
Ampy Cilina.