“Minimalismo romántico”. Así define el arquitecto estadounidense Chad Oppenheim su obra. Un trabajo reduccionista, sensual y confortable que le ha convertido en uno de los grandes exponentes de la estética modernista tropical.
Desde que abrió su estudio en 1999 en Miami, este profesional de 39 años ha demostrado una sensibilidad única para el diseño y la innovación, que le ha permitido participar en los mejores concursos de arquitectura del mundo. De hecho, fue uno de los estudios finalistas de un concurso convocado en Dubai en 2007 que A-cero ganó con su proyecto “Nebula”.
Durante la última década Oppenheim ha vivido y trabajado investigando las culturas de países tan distantes como Japón, México, España o Israel, al tiempo que ha ido acumulando numerosos reconocimientos por la calidad de sus proyectos.
Su obra abarca un gran espectro de trabajos: masterplans, viviendas colectivas, casas unifamiliares, reformas, diseño de interiores, edificios públicos y resorts, muchos de los cuales han sido encargados por las cadenas hoteleras más prestigiosas del mundo como el grupo Marriott o Mandarín Oriental.
La arquitectura del norteamericano es un perfecto equilibrio entre diseño, sostenibilidad y costes que enfatiza la habilidad constructiva frente a la incoherencia de la arquitectura presuntuosa. Sus creaciones revelan una filosofía basada en la experiencia. Una producción que reduce la arquitectura a su forma más elemental mediante el uso intencionado de los recursos mínimos. “Somos partidarios de que los edificios no sean más que lo que deben ser”, explica Oppenheim.
Sus espacios evocan sentidos y sensaciones. Manifiestan la capacidad del autor para extraer la esencia de cada contexto y programa.
Su proyecto Ten Museum Park de Miami (2007) es prueba de ello. Una estructura cristalina de 50 plantas de proporciones espectaculares situada en el corazón del distrito de las artes y espectáculos de Miami.
El cuidado por el medio ambiente y el estudio del contexto son también elementos constantes en la arquitectura Oppenheim. Sus proyectos son diseñados para impactar lo menos posible en el clima y el entorno. De hecho, su estudio ganó un concurso internacional por su propuesta para el 1 Hotel de Washington, la primera cadena de hoteles sostenibles del mundo.
Una configuración de jardines verticales conectados por vidrios que funciona como una “maquina viviente” que purifica el aire y el agua de las 177 habitaciones del hotel. Con este proyecto, el autor revela su intención de establecer un diálogo entre sostenibilidad y arquitectura con el objetivo de crear un nuevo concepto de hotel urbano de lujo.
Además, el equipo está diseñando en la actualidad para la misma firma el 1 Hotel de Nueva York, Atlanta, Costa Rica, Antilla (Colombia) y Fort Lauderdale (Florida).
En conclusión, podemos decir que se trata de una arquitectura de calidad, moderna y minimalista, pero con el confort y calor asociado generalmente a la arquitectura tradicional.