Chanel presenta siempre sus desfiles en unas llamativas puestas en escena. Este año y dentro de la París Fashion Week, Karl Lagerfeld volvió a demostrar el por qué continúa al frente de la Maison a sus casi 80 años con una colección en la que renueva el tradicional traje de tweed, convirtiéndolo en top, bolero o chaqueta de estilo kimono.
La gama de colores es extensa, los clásicos blanco y negro conviven con azules, berenjenas o turquesas y print florales, geométricos y de espejo.
Los complementos adquieren más relevancia que nunca, Llamó la atención un enorme bolso acolchado blanco incorporado a un par de aros gigantes, como si de un doble "hula hoop" se tratara.
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