Charlamos con Susana Vallejo - Reportajes destacados - Entrevistas

Por Eltiramilla

Madrileña de nacimiento y barcelonesa de adopción, Susana Vallejo entró con fuerza en el panorama juvenil. Su primera publicación fue una gran apuesta de Edebé: nada más y nada menos que una saga de cuatro libros que se mueven por distintas épocas y géneros, desde la Edad Media hasta el futuro más próximo, pasando por la actualidad. Con varios premios a sus espaldas, parece llamada a convertirse en una de las autoras españolas de referencia, pero además es una defensora infatigable de la fantasía y ha estado implicada en el germen de asociaciones como Antares o AEFCFT y ha ayudado a coordinar grandes eventos como la Hispacon (convención española de fantasía y ciencia ficción). Aparte de sus cuatro retoños pertenecientes a la saga Porta Coeli, también es madre literaria de una novela para adultos y acaba de ver la luz otra juvenil, ganadora del Premio Edebé.

Bienvenida, Susana, a este pequeño mundo que es El Tiramilla. En primer lugar, muchas gracias por concedernos esta entrevista, estamos felices de tenerte hoy con nosotros.

Gracias a vosotros. Más contenta estoy yo de que hayáis contactado conmigo. Acabo de descubrir El Tiramilla y me ha impresionado su calidad. ¡Enhorabuena! (¡Y no es peloteo!)

Reconoces abiertamente que eres una fiel lectora de fantasía y ciencia ficción, pero es que además has participado en múltiples eventos, revistas y organizaciones relacionadas con estos géneros. ¿Qué crees que te han aportado como escritora todas esas vivencias y ese gran conocimiento del género?

Sobre todo un respeto enorme por el género de la ciencia ficción y de la fantasía. Por ejemplo, estuve muchísimos años sin escribir ciencia ficción, hasta que me puse con Switch in the Red. Si has leído mucho y de calidad, es difícil atreverse a decir algo nuevo, diferente. Algo de lo que, además, puedas sentirte orgullosa.

Suponemos que ahora, como autora publicada, verás bajo otro punto de vista los libros que caen en tus manos, tanto en el contenido como en la forma de contarlo, ¿no es cierto? ¿Eres más crítica con lo que lees o, al contrario, eres más comprensiva y permites algunos defectos a tus compañeros de profesión?

Con los años me vuelvo más crítica, soy una lectora cada vez más cascarrabias. Si algún fallo me salta a la cara, pienso: “¡¿Por qué han publicado esto?!”. Y es verdad que al leer vas analizando la estructura, los cimientos de la obra, vas anticipando escenas… También es cierto que por todo ello se disfruta aún más cuando encuentras algo que te sorprende.

Fuiste finalista del Premio Edebé en 2007 con El principio del fin y en ese mismo año también finalista del Premio Jaén con La orden de Santa Ceclina. Un año después volviste a erigirte como finalista en otro premio, el Internacional de Ciencia Ficción y Literatura fantástica de ediciones Minotauro, con tu novela Switch in the red. Cuando ya todo el mundo parecía catalogarte como la eterna finalista que se quedaba a las puertas de los grandes premios, consigues romper esa pequeña maldición: hace apenas unos meses, en enero, ganabas el XIX Premio Edebé con El espíritu del último verano. ¿Cómo te sentiste al saber que al fin lo lograbas tras tantos intentos? ¿Qué crees que tiene esta obra, El espíritu del último verano, de diferente respecto a las que presentaste en otros premios para alzarte como ganadora?

Pffff… Cuando me dijeron que había ganado el premio Edebé casi me da algo. Me dio por llorar como a las misses de los concursos. Fue muy emocionante y durante una semana me sentía tan contenta que me daba la impresión de flotar sobre el suelo. Me parecía irreal. Creo que El espíritu del último verano se ha construido sobre sentimientos muy fuertes con los que cualquiera puede identificarse. También soporta, de modo más patente que en otras obras, diferentes lecturas (según la edad del lector) y sobre todo es EVOCADOR. La nostalgia por un lugar y un tiempo que puedes oler, ver, respirar, sentir… y que irremediablemente pasó.

En Porta Coeli creas un mundo propio y nos vas enseñando su evolución a lo largo de mil años, centrando cada novela de la tetralogía en un importante hecho histórico de ese mundo y utilizando para ello diversos protagonistas. Cada novela, incluso, se podría considerar una historia independiente. ¿Cómo nació la idea de hacer algo tan poco usual?

¡Ah! ¡Los caminos del inconsciente son infinitos e inescrutables, ja, ja! En realidad primero escribí la tercera parte de Porta Coeli, El principio del fin, la que se desarrolla en la actualidad, que retrata el otro mundo paralelo como un lugar en el que pervive una sociedad propia del Antiguo Régimen, con clases sociales muy diferenciadas. Al describirlo sabía que ello se debía a que había sido descubierto en la Edad Media y había terminado reproduciendo la sociedad de aquella época. Pero claro, eso no lo contaba en el libro, sólo estaba en mi cabeza.

Después empecé a escribir una historia que se desarrollaba en la Edad Media, quería que fuese de aventuras, con una bruja que parecía desvalida y no lo era, un héroe que en realidad necesitaba que lo rescatasen y un juglar graciosillo. En cuanto entró la magia en aquel universo me di cuenta de que estaba escribiendo sobre el origen del mundo paralelo de El principio del fin. Después… tenía una tercera y una primera parte ya escritas. La tercera había sido finalista del Edebé y se iba a publicar, pero no tenía fecha. De modo que se me ocurrió proponer a la editorial la idea de una tetralogía que explicase la Historia de ese mundo paralelo, y ¡le gustó! Y tenían que ser cuatro partes, porque si no, ¡se me quedaría coja!

Comentábamos que cada libro está relacionado con un importante suceso en el desarrollo del mundo de Porta Coeli; sin embargo, hay un hecho histórico notable que se menciona solo de pasada: la primera Inversión en el tiempo, ambientada durante la Revolución Francesa. En tu web has reconocido que en un futuro no te disgustaría escribirlo, a modo de spin off. ¿Por qué optaste por dejar fuera de la saga esa historia en lugar de convertir Porta Coeli en una pentalogía? Como creadora de ese mundo, ¿sientes que hay más hechos históricos importantes que te gustaría contar en otra ocasión?

Los hechos principales y necesarios para el desarrollo de la saga eran (sin caer en grandes spoilers): el descubrimiento y origen del Mundo (Porta Coeli I, La orden de Santa Ceclina), cómo se convierte ese mundo casi idílico en… otra cosa (Porta Coeli II, Cosecha Negra), cómo alguien quiere terminar con las injusticias del Mundo (Porta Coeli III, El principio del fin) y cómo acaban los dos mundos “juntos” (Porta Coeli IV, La llave del secreto).

La historia de La Revolución Francesa, protagonizada por Cintia, la “experta en dolor”, es una historia que no es necesario conocer para la comprensión de la saga de Porta Coeli… pero sí es una historia importante para conocer el carácter de Cintia, un personaje fundamental en Porta Coeli III. Es una historia muy aventurera, muy folletinesca, que supone una “Inversión de las puertas” por amor… En fin, algo muy bonito y divertido que no sé si escribiré algún día (aunque sería muy muy entretenido…).

Yebra, Veridiana, Raquel, Cintia, Elisa, Present… Son los nombres de las protagonistas femeninas que descubrimos a lo largo de tus novelas. Sin duda todas son mujeres destacables, de armas tomar; no se conforman con seguir la estela de los protagonistas masculinos, sino que crean su propio camino, y eso es algo que aplaudimos. ¿Has recibido críticas por incluir este tipo de personajes? ¿Te resultó difícil situar en un entorno medieval mayoritariamente gobernado por hombres las personalidades de Yebra y Veridiana?

No recibo críticas por ello. Más bien al contrario. Gustan este tipo de personajes fuertes. Y yo estoy encantada por ello porque quiero escribir sobre mujeres valientes y proporcionar este tipo de referentes a las chicas, a las mujeres y a los hombres (para variar en lo que suele ocurrir en la ficción).

Es verdad que fue más complicado y menos verosímil crear a Yebra, que es como si hubieran educado como a un chico a una niña de la Edad Media, pero que puede explicarse por el cariño que le tenía su hermano. Veridiana fue más fácil, ya que bajo la apariencia de una “pobre y joven viuda” hay alguien ambicioso que siempre tiene muy claro lo que quiere y cómo conseguirlo. Pero en su caso ella no rompe las normas sociales de la época, las aprovecha en su beneficio.

Otro aspecto que destacar de tus novelas es que huyes de toda clase de estereotipos, tanto en la personalidad de los personajes y sus relaciones entre unos y otros como en múltiples aspectos secundarios, como el típico maniqueísmo. Un ejemplo de ello es Cosecha Negra (Porta Coeli II), donde Enrique y Veridiana están repletos de luces y sombras, siendo esto precisamente lo que da sentido al argumento; otro sería La llave del secreto (Porta Coeli IV), donde los cánones de héroe y antihéroe se confunden y se mezclan en Santiago y Francisco, dando muestras de gran originalidad. ¿Es difícil innovar en la literatura? ¿Qué opinas de las últimas modas juveniles, que repiten esquemas hasta la saciedad?

Innovo porque si no me aburriría. No puedo soportar la ficción en la que los buenos son muy buenos y los malos muy malos… Es algo muy propio del pasado y alejado de la realidad, y además, ¡tan previsible! Si conoces las motivaciones de los personajes, puedes llegar a comprender a los más malvados, aunque no estés de acuerdo con ellos. ¡Y eso es lo divertido! Como escritor y como lector. Aunque veas que alguien hace algo “malo”, lo entiendes y lo comprendes, y entonces empatizas con el “malo”… Enrique es uno de mis personajes favoritos, parece (y es) ambicioso, un “trepa” sin escrúpulos… Y, sin embargo, el “pobrecillo” es manipulado por Veridiana, que parece tan inocente. Ay, son tal para cual.

Teniendo en cuenta que en tus novelas los personajes principales son muy importantes en el desarrollo de los acontecimientos, ¿los creas primero a ellos y después inventas un mundo y un argumento a su medida o sucede a la inversa? Hay escritores que improvisan sus novelas y otros que utilizan múltiples esquemas previos, ¿qué nos puedes contar de tu método de trabajo?

Suelo saber cómo empiezo una historia, cómo va a terminar y los acontecimientos (escenas) más importantes “de por ahí en medio”. Después sólo queda unir esas escenas y eso lo puedo improvisar más. Los personajes, hum, los personajes son la clave de cualquier historia. Si funcionan, pueden levantar sobre sus hombros casi cualquier argumento. Si “los veo y los oigo dentro de mí”, es que están vivos y “funcionan”. Pero no sé bien cómo explicarlo. Digamos que conozco su físico, su forma de ser, su historia, motivaciones… entonces, ¡ya los tengo!, ¡son redondos! Y sólo tengo que escucharlos e irlos enfrentando a diferentes situaciones y ellos reaccionan con su propia coherencia de ficción.

En los dos primeros volúmenes de Porta Coeli te decantas por la tercera persona narrativa, mientras que en los dos últimos utilizas la primera persona, con Raquel y Fran. En tu otra novela publicada, Switch in the red, mezclas sabiamente ambos estilos narrativos. ¿Con cuál te sientes más cómoda? Mucha gente se pregunta el porqué de que utilices distintos registros dentro de una misma saga.

Ay, esa es una pregunta “de nota”. La persona narrativa depende de la historia. Cada historia te “pide” un diferente punto de vista. Switch in the Red es tramposa… Usar una u otra voz es para que el lector sólo sepa lo que yo quiero y así poder sorprenderle al final. La tercera persona de Porta Coeli I y II es la de un narrador típico que cuenta una historia que se desarrolla en un tiempo lejano. Tradicional. Lo que le “pega” a una historia medieval. Porta Coeli III y IV usan la primera porque el lector debe identificarse con el protagonista. Y… bueno, hay un detalle… Raquel, en Porta Coeli III cuenta su historia en una especie de diario que formará parte del “Porta Coeli” el libro, el códice que custodia. De hecho ella mete las páginas de su diario dentro del “Porta Coeli” porque sabe que son importantes para conocer la Historia del Mundo, pero… en la IV parte describo cómo esas hojas se pierden después de determinada lucha.

Tu novela Switch in the red contenía algunos elementos externos al libro que se podían visitar en Internet mediante links, como una banda sonora creada ex profeso y algunos vídeos que mostraban los grafitis del KO’s. ¿Crees que el hecho de haber trabajado en marketing y comunicación te ha animado a ser tan creativa y realizar este tipo de complementos a tus novelas? En los primeros libros de Porta Coeli incluso te animas con algunos pequeños dibujos tuyos.

Los dibujos de Porta Coeli los hice porque me encanta dibujar (de hecho trabajé en una serie de dibujos animados hace la torta de tiempo). Una curiosidad: al principio la editorial no pensaba incluirlos. Y los vídeos y la música pensaba que complementarían bien un libro que ya de por sí tenía esquemas, recortes, chats, páginas web… Y esos detalles en el mundo virtual REAL contribuirían a crear la atmósfera “de retazos” de Switch in the Red (¡y además era divertido!).

(Como veis, a lo largo de esta entrevista repito mucho que las cosas HAN de ser divertidas: tanto para el lector como para el creador. El trabajo tendría que tener gran parte de disfrute y diversión, ¡entonces todo sería más fácil!)

Tanto en el final de La llave del secreto (Porta Coeli IV), como en el de Switch in the red se percibe un cambio general en las sociedades que nos muestras, dejándolas en un punto realmente interesante. ¿Te has planteado utilizar esas sociedades, totalmente distintas una de otra, a modo de nuevos entornos para próximas novelas? Hablando de ello, resulta curioso ver cómo en los últimos tiempos cada vez nos acercamos más al futuro cercano que presentabas en Switch in the red. Citándote, diría: “El futuro ha llegado, pero no hay futuro”, e instantáneamente un escalofrío me recorre.

La verdad es que hemos llegado a un punto en el que ya NO puedo imaginar el futuro cercano de otro modo (exceptuando los “mutantes” de Porta Coeli IV, claro). Para Switch in the Red me estuve documentando durante muchos años, mientras escribía otras cosas, y muchos de los “inventos” que describo ahora forman parte de la realidad: tablets, la “nube”… incluso las bicis de “alquiler anual” que ahora existen en muchas ciudades españolas eran algo que entonces yo había oído que existía en el extranjero. Pero no sólo es el futuro tecnológico el que ha llegado, también el social, y eso sí que da miedo: políticos corruptos, pisos compartidos por varias familias, hijos cada vez más difíciles de tener (por motivos económicos, sociales y físicos), sociedades anestesiadas… La ciencia ficción no es anticipación, pero, en fin, cuando acierta, en efecto se sienten escalofríos.

Fiel reflejo de las mujeres que pueblan tus novelas, haces de todo: trabajas en una multinacional, cuidas de tu casa y tu familia… Suponemos que ha de ser difícil encontrar huecos libres para escribir con una vida tan ajetreada y, sin embargo, ha llegado hasta la redacción de El Tiramilla un búho con el rumor de que ya estás trabajando en otros proyectos. ¿Podemos fiarnos de nuestras fuentes?

Trabajo como una mula. Nunca dejo de escribir, ya sean unas u otras cosas. Relatos, artículos y novelas… Siempre tengo una novela entre manos y otra en la cabeza. La que ahora está creciendo entre mis manos es una novela negra que se desarrolla en la Barcelona de hoy en día, con asesinatos, muertos momificados que hablan en primera persona… La de la cabeza es una juvenil muy aventurera.

Hasta aquí la entrevista, Susana, ha sido un placer poder charlar un rato contigo y te deseamos un futuro tan brillante como el que ya has empezado a labrarte. Y ahora, desde luego, si tienes quejas, reclamaciones o palabras amables, dispón del espacio que quieras, porque es todo tuyo.

Gracias a vosotros. Es un auténtico placer participar en entrevistas inteligentes. ¡No es lo habitual! Y encima, por vuestras preguntas deduzco que habéis leído mis libros, ¡eso es aún menos habitual! Hoy en día cualquiera se lanza a hacer entrevistas repitiendo las mismas preguntas a todos –ya escriban recetas de cocina o libros de Filosofía-. Hacer las cosas bien no es frecuente. De modo que ha sido un auténtico placer ;). Gracias a vosotros de nuevo.