No os imagináis lo agradecido que este “pastel frío”, veréis, el tiempo de los higos es corto, lo que yo hago es lo siguiente, en lugar de hacerlo en un molde lo hago en dos y con las cantidades que os indico salen dos “pasteles” para 6 comensales. Uno lo utilizo en el momento , es decir fresco, y el otro lo envuelvo con molde y todo una vez cuajado, en una bolsa de plástico, bien cerrado, y directo al congelador.
Se conserva bien tres meses o cuatro....... y ... cuando llega Navidad...... ya tenéis un postre casi solucionado, le añadís cuatro cosas y ponéis en la mesa ese bocado que es perfecto como colofón de una comida familiar o entre amigos.
Para decorar: Neules o canutillos de chocolate Gotas de chocolate
Poner a macerar en un cazo unas horas antes los higos pelados y troceados con el azúcar.
Transcurrido el tiempo lo ponemos al fuego añadiéndole la canela y lo cocemos a fuego lento unos 10 minutos removiendo de vez en cuando. Añadimos la gelatina en polvo, removemos bien que no haya grumos y sacamos del fuego. Enfriar.
Montar la nata bien fría y mezclarla con la mezcla de higos, sacando la canela, con movimientos envolventes para que no se baje la nata.
Verter en uno o dos moldes de silicona y guardar en la nevera al menos 4 horas o hasta que veamos que ha cuajado.
Desmoldar y decorar con canutillos de chocolate todo alrededor y en la superficie adornar con gotas de chocolate.
NOTA: Yo utilizo dos moldes de unos 20cm. de diámetro y salen ocho raciones justas o 6 de generosas en cada molde. ** Queda muy fino de sabor, poco dulce y muy suave, pero si queréis intensificar el dulzor lo podéis acompañar con una mermelada de higos especiada (aquí)