Algo menos de 200km y unas cuatro horas y media después de salir de , con parada para café y estirar piernas incluida, podemos divisar a los pies de las montañas del Rif la población de Chefchauen, uno de los sitios catalogado por todos como de los más encantadores de Marruecos.
Desde lejos ya se dejan ver los predominantes colores blancos y azules de este pueblo de montaña y el rojo de sus tejados. Una maravilla de estilo marroquí que nos recuerda mucho a los pequeños pueblos de Andalucía.
Hace años, hasta aquí solo llegaban los mochileros, los pintores y los artistas. Ahora se ha abierto más al turismo general pero conserva su encanto propio sobretodo en su Medina, su plaza central y las bellas callejuelas con sus casas y puertas con cientos de manos de cal de color blanco con distintos tonos añil que te cautivan nada más verlo. No me extraña nada que Cherchaouen, sea también llamada "La perla del norte" o "El pueblo azul", aunque Chefchaouen en berebér significa: "mira los cuernos".
El centro de la ciudad es la plaza de Uta al-Hammam, llena de locales de hostelería, tiendas y un árbol enorme y engalanado en el centro junto a una pequeña fuente. Aquí está la Alcazaba y una mezquita con una torre de base octogonal que llama la atención.
Estamos en la parte antigua de la ciudad donde su población original estuvo compuesta sobre todo por exiliados de Al-Ándalus, musulmanes o judíos, por lo que esta parte tiene la apariencia de los pueblos andaluces con calles irregulares y casas encaladas.
Durante siglos, Chaouen fue considerada una ciudad sagrada y eso ha permitido que sufra pocas alteraciones. Los españoles, hemos estado allí hasta 1956, así que mucha gente sabe hablar español y facilita la comunicación. Es un lugar mucho más tranquilo que , o y las propias casas son las tiendas de artesanía, piel, especias, telas, etc.
En la parte alta de Utá el-Hamman encontramos un precioso y escondido lugar para comer que nos encantó, el "Restaurante Sofía" , un rincón tranquilo con trato familiar muy limpio y con una cocina donde poder degustar la comida típica marroquí de primera calidad, sana y sabrosa. La regenta del local habla perfectamente castellano y la ves traer las hortalizas para la ensalada o la fruta según va necesitando con las comandas. Todo fresco y riquísimo. Muy recomendable.
Mas arriba, al final del camino se encuentra una pequeña mezquita del siglo XV a la que nosotros no llegamos a subir y que es motivo de pequeñas excursiones y paseos para los vecinos de Chefchaouen. Preferimos sentarnos a charlar con otros compañeros de viaje en el café Tounsi y descansar un rato antes de iniciar la vuelta.
Como ya hemos comentado, el desayuno fue muy temprano en la azotea del hotel Puerta Azul. Estuvo genial y representó el momento de despedida del alojamiento y de esta preciosa población. Partimos con nuestro autocar en pocos minutos para continuar nuestra Viaje por el Norte de Marruecos.
Algunas FOTOGRAFÍAS más de CHEFCHAOUEN:
Próxima parada: 🚌 ASSILAH