Ingredientes (para un molde de 24 cm de diámetro):
-Para la masa quebrada
250 g de harina tamizada
120 g de mantequilla cortada en dados
2 huevo pequeño
1 chorrito de leche
ralladura de cáscara de limón
5 cucharadas soperas de azúcar
-Para el relleno
500 g de cerezas deshuesadas
100 g de azúcar
25 g de harina de maíz
1 clara de huevo
unas gotas de extracto de vainilla
unas gotas de extracto de almendra
Azúcar glas
Mezclamos la harina y la mantequilla hasta conseguir que una unión arenosa. Añadimos las cucharadas de azúcar, ralladura de limón, el huevo y el chorrito de leche. Amasamos hasta tener una masa homogénea.
Dividimos la masa obtenida en dos partes y hacemos sendas bolas que sin amasar cubrimos con papel de film. Las guardamos en la nevera al menos media hora.
En un bol se ponen las cerezas, el azúcar, la harina de maíz y el extracto de vainilla y se deja macerar unos 15 minutos.
Estiramos una de las partes de la masa y la ponemos en el fondo de un molde untado con mantequilla y enharinado.
Ponemos la mezcla de las cerezas en el molde y estirando la otra parte de la masa la ponemos cubriéndolo el pastel. Pintamos con la clara de huevo y hacemos una cruz en el centro para que el pastel pueda respirar mientras lo horneamos unos 45 minutos a 180 ºC en el horno previamente precalentado.
Una vez horneado espolvorear con azúcar glas y dejamos reposar varias horas. Está mejor de un día para otro.
Se puede servir acompañada de helado de vainilla o nata si se desea.