CHESSECAKES (tarta de queso)

Por Orquidea

El chessecakes o tarta de queso es un postre muy popular desde el siglo XX, hecho a base de queso ricota, requesón o cualquier queso cremoso aparte de otros ingredientes como la receta que os traigo hoy. Aunque muchos piensan que su origen viene de New York, en realidad su origen está en la antigua Grecia y el imperio romano. Considerado una fuente de energía insuperable y es por ello que formaba parte de la alimentación de los atletas de los juegos olímpicos durante el año 776 a.C.
Ingredientes:

1 naranja450 gr de queso fresco2oo gr de mascarpone5 gr de nata líquida1 yogurt batido ligeramente100 gr de mantequilla derretida4 huevos180 gr de chocolate negro250 gr de galletas María2 cucharadas de cacao en polvo150 gr de azúcar extrafino1 y 1/2 cucharadas de harina

Ingredientes para la cobertura de chocolate:

150 mililitros de nata150 gr de chocolate

Preparación:

las galletas y añadimos el cacao y la mantequilla. Presionamos la mezcla contra el fondo y las paredes de un molde desmoldable alto de unos 23 centímetros de diámetro. Refrigeramos en el frigorífico durante 20 minutos.

Precalentamos el horno a 180 grados.

Rallamos finamente la piel de la naranja y la exprimimos para extraer el zumo.

En un bol, batimos el queso fresco con el mascarpone y el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea. Incorporamos la ralladura, el yogurt y los huevos de uno en uno. Agregamos dos tercios del zumo de naranja y la harina, y batimos bien el conjunto.

Vertemos la preparación anterior sobre la base de galletas y metemos al horno que estará a 180 grados.

Transcurridos 15 minutos, bajamos la temperatura del horno a 140 grados y cocemos durante 70 minutos más. Comprobaremos la cocción pinchando con una brocheta y comprobando que sale limpia. 

Mientras tanto, derretimos el chocolate con la nata y el resto de zumo de naranja. Batimos enérgicamente hasta obtener una textura uniforme. Dejamos enfriar.

Vertemos el chocolate sobre el cheesecake y alisamos la superficie con una espátula. Lo guardaremos en el frigorífico al menos 24 horas antes de servirlo.