"Olvídalo, Jake. Es Chinatown"
El cine de Roman Polanski, ha pasado por diversos géneros, críticas y temáticas que pareen estar al corriente de la vida del director/actor polaco, con elementos recurrentes no sólo visualmente sino en sus diálogos, personajes y estilo cinematográfico; un director que coloca a las relaciones humanas en su punto más oscuro, extraño o dramático sin dejar de lado el contexto narrativo y humor negro que caracteriza al propio Polanski.
El sufrimiento y desdicha ha sido parte de la naturaleza del director polaco nacido en Francia, en plena toma del poder por parte de Hitler; su vida se ha visto marcada por diversas tragedias que no sólo han afectado el desarrollo de ésta sino en la personalidad de su cine.
Este relato de engaños, traiciones, incesto, agua y hombres poderosos escrita por Robert Towne, es una muestra coherente de cómo escribir un guión, narrativa clásica y estructurada en los arquetipos del cine negro pero con la mirada y personalidad tanto de Towne como la dirección de Polanski, quien a final de cuentas es la mano que genera el estilo y forma modelado a través de la naturalista y luminosa fotografía de John A. Alonzo y música de Jerry Goldsmith,m quien captura no sólo la esencia del filme y época sino del Hollywood clásico, el cual es asumido por el director polaco, generando un épico retrato de un período y género cinematográfico.
A finales de los años 30, el detective Jake Gittes (Jack Nicholson), es visitado por la supuesta esposa del ingeniero a cargo de la Compañía de agua de la ciudad, Hollis Mulwray, lo que en un principio parece ser un caso de infidelidad, se termina convirtiendo en todo un complot, cuando aparece la verdadera esposa del ingeniero y éste aparece muerto en la represa. Los secretos, las intrigas no parecen alejarse de Gittes, y éste será contratado por Evelyn, la verdadera esposa de Mulwray (Faye Dunaway) y su padre, el rico terrateniente Noah Cross (John Houston), las mentiras, delitos y engaños no sólo políticos o ecomómicos sino familiares encerraran todo un cuadro que como en Chinatown, no lo podrá olvidar el personaje de Nicholson.
Con un reparto de lujo, encabezado por Nicholson, quien aunque famoso, con esta película muestra lo mejor de sus dotes interpretativos, sus característicos rasgos y diálogos hacen de este personaje, uno tan icónico como la misma película; el genial director John Houston representa al villano de turno, y tomando los personajes de sus propias películas genera a este terrateniente de afable sonrisa pero de un oscuro y ambicioso pasado; y una Faye Dunaway, que marca el espíritu del filme, llena de contrariedades, secretos y vericuetos personales.
El impecable guión de Towne y la acertada visión europea de Polanski, conforman este conjunto fílmico, lleno de grandes interpretaciones, fotografía y música, que guarda una notable idea sobre el medio ambiente, en este caso el agua potable, la ambición y los deseos, cuando van más allá de la oscuridad interior de los personajes.Cine de alta factura, que encumbró de nuevo al director polaco, y que dejó una de las mejores películas no sólo de la década del 70, sino posiblemente del cine en general por su destacada puesta en escena, que va desde la genial y nominada fotografía de Alonzo hasta la ambientación que logra el director de arte W. Stewart Campbell. Sin olvidar, que el agua, en este caso es el motor narrativo y simbólico de la película, estando presente no sólo como punto de referencia de la historia sino como elemento fílmico, en el sonido, imagen y respuesta al misterio.
"Olvídalo, Jake. Es Chinatown"
El cameo de Polanski, y haciéndole a Nicholson una de las heridas más icónicas del cine
Zoom in: Nominada en 11 categorías de los Premios Oscar, y ganadora a mejor guión original, y ganadora en los Globos de Oro y Bafta a mejor película, director y actor principal.
Montaje Paralelo: L.A Confidential (1997)