Un estudio de la University of Warwick publicado en la revista Science Advances analizó los patrones menstruales de un grupo de participantes que habían realizado un seguimiento del inicio de su período menstrual hasta por 32 años y encontró que aquellas cuyos ciclos menstruales duraban más de 27 días tenían sincronía intermitente con dos de los ciclos de la Luna: el ciclo de luminancia y el ciclo gravimétrico.
El equipo también señalo que, aunque los ciclos menstruales se sincronizaban intermitentemente con los ciclos lunares, la probabilidad de sincronía se desvanecía a medida que las participantes envejecían. En general, los investigadores observaron que el ciclo de intensidad de la luz de la Luna parecía ser el ciclo lunar más influyente en términos de su efecto sobre el inicio de la menstruación, pero nuestro estilo de vida moderno, en particular nuestra creciente exposición a la luz artificial, puede cambiar esta relación.
El estudio se basa en cuestiones muy debatidas sobre cómo y en qué medida los ritmos circadianos humanos, o nuestros "relojes corporales", que regulan nuestros patrones biológicos, se relacionan con los ciclos de nuestro entorno natural. Estos han demostrado que los niveles de melatonina, que es una hormona clave para regular los ritmos circadianos, y especialmente el ciclo de sueño-vigilia, alcanzan su punto máximo justo antes del inicio y el declive de la menstruación, en general, cuanto más se acerca la mujer a la menopausia.
Los ritmos circadianos se ven fuertemente afectado por la luz. Dependiendo de la especie, el período se vuelve más corto o más largo al aumentar la intensidad de la luz. Evidentemente, esto también se aplica a el ciclo menstrual.
Aunque este estudio puede haber abierto nuevas vías para la investigación de los patrones menstruales, se necesita mucho más trabajo para confirmar si existe o no una sincronía con los ciclos lunares y, de ser así, qué mecanismos biológicos podrían estar en juego. Sin embargo, las mujeres que tienen dificultades para quedar embarazadas y pueden excluir todas las demás razones médicas podrían considerar una vida más 'natural' sin demasiada luz artificial por la noche.