Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, la cirrosis hepática ya ocupa el 4.º puesto en el índice de enfermedades mortales. La enfermedad es bien conocida en los países con un consumo tradicionalmente alto de alcohol.
Pero en todo el mundo la propagación de la drogadicción, el empeoramiento de las condiciones de vida y el aumento del uso de fármacos fomentan la incidencia de la enfermedad.
No todos los casos de la cirrosis termina con la muerte del enfermo, pero el paciente nunca puede quedar absolutamente recuperado ya que la cirrosis es irreversible.
La cirrosis hepática es un proceso irreversible que hace que las células normales del tejido del hígado se conviertan en células del tejido conjuntivo, que normalmente integra la piel y los tendones. Las células del hígado empiezan a producir fibras de colágeno. Como resultado, el hígado pierde su función de limpiar la sangre con lo que todo el organismo se va intoxicando cada vez más. Recomiendo leer el articulo (cuidado, la leche y el cancer de prostata)