http://youtu.be/lfnwFroiRDE
Ayer, 26/06/2.011, pudimos ver en Intereconomia TV en un interesante programa semanal llamado “Lágrimas en la lluvia” , http://www.intereconomia.com/sites/default/themes/intereconomia/images/logo_lagrimasenlalluvia.jpg
la película sobre nuestros combatientes y prisioneros en Rusia, de la División Azul, EMBAJADORES EN EL INFIERNO, dirigida en el año 1.956 por José Mª FORQUE y que está basada en una serie de entrevistas, luego publicadas en un libro (Embajador en el infierno 1955), hechas por Torcuato Luca de Tena al capitán Palacios (el capitán Adrados de la película).
Gran película, con muy buenos diálogos, magníficas escenas y tomas del NO-DO de la época, trata del calvario que pasaron los soldados de la División Azúl en un campo de concentración ruso al no querer ceder ante sus imposiciones.
Se nos presenta al Capitán Adrados como un militar íntegro, de una pieza, inmune al desaliento que acaba en Siberia condenado a 25 años, debido a sus firmes convicciones anticomunistas.
Las situaciones son convincentes y el ambiente de esos gélidos campos está muy conseguido,desde un punto de vista cinematográfico.Está plenamente justificado el tratamiento de héroes que se les da a estos soldados españoles que pudieron sobrevivir con honor a las inhumanas condiciones del Gulag soviético.
Las escenas del buque Semíramis a su llegada al puerto de Barcelona son de una gran emoción.
Entretenida y absolutamente recomendable como documento histórico.
En ésos años, el cine español producía películas muy buenas; por recordar solamente dos, ya glosadas en este blog:
“Los últimos de Filipinas”, 1.945 y “Bienvenido Mr. Marshall”, 1953, del genial Berlanga, ex-divisionario azul, por cierto.
El cine español actual, con honrosísimas excepciones, es francamente malo y causa la indiferencia del público que apenas acude a las salas. Su afán didactico y su insistente manipulación ideológica, no son del agrado del respetable; sus tramas y guiones que describen ambientes sórdidos, de marginalidad, de drogas, prostitución, son soeces, algunas son incluso blasfemas y ademas insoportablemente aburridas.
En contraste con ellas, algunas, como ésta que hoy comentamos, exaltan los valores del mas acendrado patriotismo, de la religiosidad, la amistad y compañerismo y del valor junto con la disciplina del ejercito español.
Finalmente, quiero referirme al contenido de programa de TV citado, dirigido por Juan Manuel de Prada, y al que asistieron el General Agustín Muñoz Grandes, hijo del primer jefe de la División Azul, del General de División Chamorro, de Infanteria de Marina, hijo y hermano de divisionarios; el Sr. Arturo de Gregorio, ex-divisionario y del Prof. de historia Xavier Moreno.
Durante el programa se extendieron en comentarios sobre el desarrollo de las operaciones militares en las que estuvieron envueltos nuestros voluntarios y cómo dejaron una estela de admiración tanto en los mandos alemanes, inicialmente desconfiados, como en la población civil rusa y polaca que los vió siempre más como amigos que como combatientes y enemigos.
El tema histórico de la División Azul ha sido estudiado en diversos libros siendo abordado con diferente ecuanimidad y rigor histórico y desde luego sus 40.000 integrantes y heroicos combatientes merecen ese respeto y admiración que todas las naciones dispensan a sus héroes. F.J.