Con semejante título... a uno se le vienen muchas cosas a la cabeza y muchas no demasiado alentadoras, sinceramente, pero a pesar de su título... Es una película que se quiere ver.
El cartel, habla por si sólo, igual que el título, como decía, que por "negativo" que pueda ser a priori... atrae y atrapa. Igual que la mirada de Elena Anaya: atrae y atrapa.
Me encanta la estética de la película, la historia inesperada (al menos para mi), la actuación de Anaya y del co-protagonista, y esa madre supersticiosa que cuida con convicción de su familia.
Reparto: Elena Anaya, Macarena García, Angélica Aragón, Nahuel Pérez Biscayart, Patrick Criado, Christian Bernal
Lupe (Elena Anaya) vive encerrada en casa, presa de una brutal agorafobia que sufre tras un fatídico incidente familiar. Viéndola en bata y zapatillas, dependiendo para todo de su madre y con un hijo adolescente que la detesta, nadie diría que en los 80 fue una estrella de rock. Su madre, cansada de ver a su hija convertida en una persona egoísta y conflictiva, la Noche de los Muertos decide hablar con su hijo Diego. Diego vuelve a la casa familiar con el aspecto de siempre: un chaval de veintipocos de mirada ausente, pero está muerto, es un fantasma.