En estos casos en los que se presenta obesidad grave es más que probable que el paciente haya intentado perder peso en varias ocasiones sin conseguirlo; llegados a este caso y cuando la obesidad empieza un problema que propicia el desarrollo de otras enfermedades y que afecta a la calidad de vida, es recomendable recurrir a técnicas médicamente contrastadas destinadas a frenar el problema.
La cirugía de la obesidad es la opción más recomendada para todas aquellas personas con un Índice de Masa Corporal a partir de 30, considerándose un IMC de entre 30-34,9 Obesidad, un IMC de entre 35-39,9 Obesidad Grave y 40 o superior Obesidad Mórbida. Una de estas técnicas es el tratamiento con banda gástrica, una opción menos invasiva que otras para combatir y tratar la obesidad.Se trata de un dispositivo que se coloca en el primer tercio del estómago, creando una "pequeña bolsa" que será la que acturará como estómago. El hecho que la capacidad del estómago se vea reducidad de esta manera, hace que se limite la capacidad estomacal y el paciente tenga una mayor sensación de saciedad. Esta sensación de saciedad hará que el paciente ingiera menos cantidad de alimentos, que le sea mucho más sencillo cambiar sus hábitos alimenticios y consecuentemente perder peso.La banda que hará el estómago más pequeño suele colocarse por laparoscopia, es decir a través de unas pequeñas incisiones en el abdomen el cirujano coloca la banda sin necesidad de hacer una cirugía abierta; de esta forma, se minimizan considerablemente las complicaciones quirúrgicas.La banda está diseñada para que permanezca en el estómago de por vida. Es un método reversible y si el paciente lo desea puede retirarse.