Cita a ciegas

Por Jas


Me produce escalofríos pensar que a nuestro país lo dirige un individuo que, en el momento de reconocer un error, sea capaz de cometer tantos otros y de manera tan reiterativa...
Tan solo podría explicarmelo recurriendo al artificio de pensar que nuestro Presidente debe de estar tan acostumbrado a moverse entre discursos sin significado, a construir mensajes sin sentido y a no creer en lo que dice, como para ser capaz de pronunciar una y otra vez esta frase, ése "fin de la cita" sin reparar ni una sola vez en el hecho de que estaría fuera de contexto, sin poner fin de una vez por todas a esa "cita" pero sí, más al contrario, enfatizando en ella con el entusiasmo y la pasión que caracterizarían al toro bravo en la embestida...
Tenemos que ponerle fin a la cita con ésta pesadilla... Mientras tanto ya se sabe: ajo, agua y ¡Que Dios nos pille confesados...!...
Ayer y por momentos Mariano Rajoy me pareció un médico del Sistema Público español ya que nosotros, cada 6 minutos, casi como Rajoy y según los que gestionan nuestras agendas, tendríamos ocasión de pronunciar algo parecido ese ¡Fin de la cita!