Naturalmente, lo último que necesita Alemania es que se hable de un "suicidio político" mientras hay abucheos diarios a Merkel, no sólo en Atenas sino en Stuttgart, por lo que la explicación oficial immediata ha sido la de los "motivos personales".
Naturalmente, lo último que necesita Alemania es que se hable de un "suicidio político" mientras hay abucheos diarios a Merkel, no sólo en Atenas sino en Stuttgart, por lo que la explicación oficial immediata ha sido la de los "motivos personales".