Un reciente estudio determino que las ciudades con más contaminación acústica, es decir, con mayores ruidos molestos son Nueva York, Tokio, Nagasaki y Buenos Aires.
El principal factor contaminante acústico en estas ciudades es el transporte público. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que los niveles de ruido no deben alcanzar los 55 decibeles por el día y los 45 por la noche. En estas ciudades los niveles de ruido tienen una media aproximadamente de 80 decibeles, cuando los decibelios alcanzan los 70, tienen un impacto dañino sobre nuestro organismo.
Algunas de estas ciudade están tomando medidas para controlar estos niveles de ruido, para ello ha instalado torres de control del ruido, para elaborar aquellas zonas perjudiciales y así poder tomar las medidas correctoras correspondientes.
El ruido influye en nuestra salud, afectando a nuestros oídos, provocando un envejecimiento prematuro del mismo. A parte de las dolencias directas sobre el oido, puede provocar alteraciones cardiovasculares, aumento del estrés, depresión, problemas de sueño, disminución del apetito sexual…