Nuestros hábitos cotidianos, sean buenos o malos, repercuten en nuestra salud, y para mejorar nuestra calidad de vida es importante llevar un ritmo saludable. Hoy vamos a hablar sobre una afección, bastante común, ya que afecta a alrededor del 70% de la población, y que está muy relacionada con nuestro estilo de vida: el bruxismo.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es una alteración de la articulación temporomandibular, en la que se aprietan fuertemente los dientes, de manera inconsciente y sobre todo de noche, produciendo rechineo, es decir, frotando los dientes hacia delante y hacia atrás. Normalmente no tiene una única causa, sino que se produce por un conjunto de factores, como pueden ser: estrés, ansiedad, malas posturas, alteración en la distribución de los dientes...
El síntoma más frecuente en el bruxismo es el dolor en la zona de la mandíbula, oído y cabeza, pero pueden aparecer otros como desgaste de piezas dentales, dolor en la zona del cuello...
¿Cómo tratar el bruxismo?
Para tratar el bruxismo deberemos combatir tanto la causa como los síntomas, para así ayudar a evitar que vuelva a aparecer. Mediante la fisioterapia realizaremos técnicas de masoterapia para relajar y desbloquear la articulación de la mandíbula (temporomandibular) y la zona del cuello; y elaboraremos un programa de ejercicios terapéuticos.
Ejercicios para tratar el bruxismo:
A continuación os dejamos una serie de estiramientos para relajar la musculatura de la zona de la mandíbula y cuello:
1- Nos colocamos sentados con la espalda estirada hacia arriba, los hombros relajados hacia atrás y hacia abajo y el mentón cerca del pecho. Vamos a abrir lentamente la boca, contamos hasta tres y volvemos a cerrar muy despacio.
2- Partimos con la boca ligeramente abierta, vamos a mover la mandíbula de lado desplazando los dientes de abajo hacia la derecha, mantenemos 3 segundos y volvemos. Después repetimos hacia el lado izquierdo.
3- Desde la postura anterior vamos a desplazar la mandíbula hacia delante de manera que los dientes de abajo se adelantan, mantenemos durante 3 segundos y volvemos.
4- Repetimos el ejercicio anterior pero desplazando la mandíbula hacia atrás, de manera que los dientes de abajo se atrasan, mantenemos durante 3 segundos y volvemos.
5- Inclinamos la cabeza hacia un lado ayudándonos con una mano, y al mismo tiempo tiramos del hombro contrario hacia abajo. Mantenemos durante 20 segundos y cambiamos de lado.
6- Entrecruzamos los dedos de las manos y los colocamos a nivel de la coronilla, a continuación inclinamos la cabeza hacia abajo. Mantenemos durante 20 segundos.
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