Aquí tienes unos consejos para saber cómo hacerlo:
• Aprende a sustituir los alimentos más calóricos por otros más ligeros, por ejemplo, los cereales y pastas blancos por integrales, un bocadillo de embutido por uno vegetal, la leche entera por desnatada…
• Recuerda el conocido dicho de desayuna como un rey, come un príncipe y cena como un mendigo
• Bebe mínimo 2 litros de agua al día
• No pases más de 4 horas sin comer nada, realiza 5 comidas al día, sin saltarte ninguna
• No hagas dietas milagro que prometen perder mucho peso en poco tiempo.
• Las cremas y caldos son una muy buena opción ya que aportan muchos nutrientes, hidratan, sacian y tienen pocas calorías
• Evita las comidas saladas, el alcohol, zumos de fruta azucarados y lácteos
• Elimina completamente los fritos, la bollería, bebidas gaseosas y carnes grasas
• Siéntate a comer tranquilamente y sin prisas
• En la medida de lo posible sustituye el azúcar por miel o Stevia pero no por edulcorante
• Si tienes hambre, no te quedes con las ganas de comer, es preferible tomar una pieza de fruta o un tentempié ligero.
• Procura no tener en casa bollería industrial, en cambio ten siempre fruta y verduras
• Cena siempre antes de las 9 de la noche y no consumas ningún alimento después de esta hora
• Es muy importante consumir a diario verduras y frutas, que nos aportaran vitaminas y antioxidantes, y además nos ayudan a depurar el organismo.