Pero lo que más suena, de lo que más se habla siempre, no es de ellos, si no de las celebrities que asisten.
En anteriores ediciones, muchas celebrities nos han dejado claro, que se puede llevar un look festivalero cómodo y ponible e ir fantástica. Me temo que de momento, este año es algo que no se va a repetir.
Lo más doloroso ha sido ver a Kate Bosworth, una habitual del festival, que otros años nos ha dejado siempre con una sonrisa de satisfacción y este año es más una mueca de extrañez.
Lo mismo sucede con Emma Watson, cuyos looks suelen encantarme y que está claro que esta vez o estaba ya de resaca o se ha olvidado su varita mágica en Londres.
De Katy Perry me espanta absolutamente todo menos el color de pelo, que me encanta. Pero nena, tendrás un tipazo pero ¡así no!
En fin...voy a intentar no oír hoy ninguna canción depresiva de Radiohead no sea que me entre el bajón.
Besitos que hacen ruidito al andar.