Cocido madrileño XXXVI: Descaro

Por Amoras

Pues ya lo hemos encontrado. Os traemos aquí: el peor cocido de Madrid. Podemos dudar si el mejor es Malacatín o Charolés pero este es sin lugar a dudas el peor y se va de cabeza al último lugar de nuestro ranking de cocidos. Vamos a resumirlo rápido porque no hace falta aburrir el personal.

Descaro es uno de esos nuevos sitios modernillos. Esos que son todos iguales. Esos que, aunque tengas reservas, te comes un poquito de cola... la espera siempre da caché. Esos donde la decoración está por encima de la cocina. Cartas calcadas entre un sitio y otro:  ensaladillas, torreznos, alcachofas. Todo con sensación ya visto, hasta el gusto en la decoración y el amor por las flores de plástico.

Pero vamos al lio. El cocido era el más flojo que hemos probado estos años. Servido en dos vuelcos el primero era una sopa de fideo fino, demasiado fino, y con muy poco sabor. Poco más podemos decir a parte de que no se podía repetir.


En el segundo vuelco venía el resto. Algo de verdura, patata, zanahoria y para las carnes, mini-trozos de gallina, morcillo seco y duro, morcilla de burgos que estaba helada y un tocino salvable por los pelos. Con unos ingredientes tan flojos el garbanzo estaba soso. Y es una pena porque tenía una cocción perfecta, ni duro ni blando, como crema. Pero insulsos.


Por decir algo positivo, el precio no es de lo más caro que te puedes encontrar últimamente, 22€ entre semana y 25€ si es fin de semana. Con un pequeño trozo de tarta de queso incluido como postre.  Otra cosa buena es el servicio, mucha gente joven atendiendo rápido y un encargado que lo tenía todo bien gestionado.


Algo malo: tener que hacer cola en una escalera aún teniendo reserva como si fuera un sitio chic.

Algo asombroso: que al día siguiente de la comida te llegue un email con una encuesta de satisfacción y no pregunten por la comida y si por la decoración.

La ubicación: como todos los nuevos locales de este estilo está en una terraza de la zona de Gran Via, en el número 6 de Plaza España en el edificio del Círculo Catalán.