Yo, que tengo una familia pequeña, siempre he considerado la cocina el centro de la casa. Donde se merienda, se hacen los deberes, donde se ve la tele, donde se preparan cosas ricas, donde están muchas veces las madres y esos peques que quieren estar con ellas... Así que, lo lógico era que al crecer quisiera una gran cocina en mi casa. Un poco para repetir el patrón que tenía desde niña en mente. La versión "mejorada" de cocina abierta (donde hay una zona cómoda más de estar, con sofás, televisor grande, e incluso espacio para amigos y peques que juegan) es obvio que tenía que encantarme.
Sin embargo, y a pesar de que ya llevo algunas mudanzas a mis espaldas, nunca he vivido en una casa con cocina abierta. Tengo ganas. Y sé que algún día la probaré. Mientras, me conformo con la mía (que teniendo en cuenta lo poco cocinillas que soy, me llega y me sobra) y con dejaros unos cuantos consejillos por si os decidís por una.
Buen martes!
Coralia.
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