Ahora que he conseguido salir por un instante de este vórtice de biberones y pañales en el que mi churumbela me tiene inmersa, me gustaría enseñaros una selección de cocinas bonitas y con sabor de hogar, como habréis comprobado por este título tan ilustrativo, que por cierto, he usurpado de forma desvergonzada del pinterest de mis amigos picapineros; aunque como son más majos que las pesetas estoy segura que me lo sabrán perdonar...