¿No lo habéis visto todavía?
Alberto Ammann ejerce de fotógrafo, mientras la británica recorre las calles de la capital francesa a lomos de una gran moto, y vestida con un ajustado mono en color beige, diseñado en exclusiva por Karl Lagerfeld. El flechazo entre los protagonistas se produce al instantee y, desde ese momento surge un juego de seducción en el que Keira Knightley enamora perdidamente a Alberto Ammann.
El resultado tiene más que ver con un cortometraje que con un spot de Chanel, pero enviadiable (al menos para mí) en todos los sentidos.