Dice el autor de esta receta, mi admirado Martín Berasategui, que esta preparación es: "una forma de comer esta verdura: sin cocer y con el regusto del pimentón", poco me queda que añadir, solo que desde que la probé por primera vez me he hecho adicta, me encanta la textura que le deja esta forma de prepararla. Es una manera diferente de comer esta verdura, una guarnición muy original, está deliciosa y como él dice en la receta, va genial con carnes y con pescados... ya me contaréis que os parece.
Ingredientes:
(6 personas)
4 cucharadas de aceite de oliva virgen
1 col cortada en finas tiras
2 zanahorias
2 puñados de pasas de Málaga sin rabito, remojadas en agua si estuvieran secas y escurridas,
1 punta de cucharita de pimentón de la Vera
1 diente de ajo picado
Sal
Elaboración:
Se pelan las zanahorias y se parten en dos a lo largo y, a su vez, en láminas transversales muy finas. A continuación se pone el aceite en una sartén amplia o en una cazuela que no se agarre al fondo, a poder ser antiadherente y, una vez caliente, pero sin que humee, se añaden las tiras de col, previamente limpia y bien seca (es importante retirar a las hojas de col, antes de trocearlas en tiras, el duro y grueso nervio central que las atraviesa), y las láminas de zanahoria. Se da vueltas con ayuda de una cuchara, de forma que la col y la zanahoria se cocinen y se salteen, hasta que queden hechas pero ligeramente crocantes.
Para conseguirlo, una vez salteadas durante unos cinco minutos, se tapa la cazuela otros cinco más.Pasado ese tiempo, se retira la tapa y se añaden las pasas de Málaga, una pizca de sal, el pimentón y el diente de ajo picado, y se deja cocinar el conjunto otros cinco minutos, dando unas vueltas más antes de servir.
Esta col es una guarnición exquisita para acompañar carnes o pescados salteados o asados.
¡Sed felices!