Esta encantadora pareja impartió una charla sobre la raza merino española, su importancia histórica y su proyecto de recuperación de esta fibra. Tuve la oportunidad de tener en mis manos algunas de sus muestras y he de decir que me sorprendió. Es una fibra bastante más suave de lo que me esperaba, muy ligera y resistente (aguantó muy bien los tirones que le di cuando no miraban). Podeis creerme cuando digo que solo una gran fuerza de voluntad evitó que babeara allí mismo.
Lo cierto es que el último día coincidimos durante el desayuno, y después de charlar un rato sobre esto y aquello, Esther me dijo que tenían una proposición indecente que hacerme. ¡Una proposición lanera! Querían que diseñara un patrón con su lana. Lo que yo quisiera, y sin prisas. Y claro, me quedé mirándola con una cara de boba mientras en mi cabeza estallaban miles de fuegos artificiales. Sin darme cuenta la mandíbula se me abrió sola, y dije que si.
Después de varios intentos, muchas pruebas y más de una discusión creativa les presento a Jor_dell, un jersey cómodo, masculino, fácil de llevar y de combinar. Dedicado a mi compañero de estos últimos 23 años, al que le ha gustado tanto que ya me lo ha pedido en otro color.
Después de terminar el jersey necesitaba algo pequeñito que me ayudara a despejarme. Monté puntos para un gorro, y se me ocurrió que una boina podría quedar mejor, una boina calada, claro, y entonces recordé aquel calado tan fino que había visto no se donde..., y me volví a liar. El resultado es Pal Pino, una boinita de lo más chic, que se teje con menos de un ovillo de Dlana.
Estoy muy contenta con el resultado, y también un poco atacada de los nervios, para que mentir. Formar parte de este proyecto, junto a tejedoras a las que sigues y admiras, hace que se te forme un nudo muy gordo en el estómago. Solo espero que mis diseños gusten tanto que muchas tejedoras elijan tejerlos.