Hola chicas, buenos días.
Hoy os traigo un chal que salió algo pequeñito y por eso se quedó en pañuelito.
Lo tejí con un cake de Zeeman, el Dream y debe su nombre a sus colores, me recuerda al invierno, al equinoccio...
Y ese es le nombre que lleva... Equinoccio, libro de José Manuel Lechado. ¿Qué puedes hacer si te acusan de un asesinato que no has cometido y de quedarse con un dineral que pertenece a cierto alto cargo de la Iglesia? Si eres un pícaro aragonés del siglo XVI una opción es embarcarte clandestinamente hacia América. Aunque si piensas que esto es una solución a tus problemas cometerás el ismo error que el protagonista de Equinoccio: Moisés el cetinero. En esta novela, continuación de El imperio sin sol, el incansable buscalíos nacido en la villa aragonesa de Cetina, se verá arrastrado de neuvo a mil trajines en su empeño de ganar honra y hacienda. Un propósito ya difícil sobre el papel y casi imposible en la compleja realidad de los primeros años del imperio español. Enamoradizo, pendenciero, embaucador y generoso, Moisés descubrirá en Equinoccio cómo, a veces, para llegar a casa es preciso cruzar medio mundo luchando contra indios y cristianos, contra la naturaleza salvaje de un continenete aún por descubrir para los europeos y, sobre todo, contra la propia mentalidad de la época. Si en El imperio sin sol descrubríamos de mano del joven Moisés cómo era la vida de un pícaro y las miserias de la guerra contra los turcos en el Mediterráneo, en Equinoccio veremos la agitación del puerto de Sevilla en plena era de los descubrimientos, la inmensidad de una América hostil y fascinante y, de forma inesperada, las intrigas místicas en la corte del nuevo rey Felipe II.
Tiene un tacto suavísimo...
E inspirándome en este chal...
... hice éste, cambiando los medios puntos altos por puntos altos.
Pero sólo tenía un cake, así que me salió pelín pequeño para usar como chal, pero como pañuelo para abrigarse bien es ideal.
Espero que a su nueva dueña, le guste.
Buen Miércoles.