Para estos días de frio que estamos teniendo, este plato viene como anillo al dedo. La coliflor es una hortaliza de intenso sabor, cuyos nutrientes resultan muy beneficiosos para el organismo, puede formar parte de una gran variedad de platos. Es especialmente rica en vitamina C, que interviene en la formación de los glóbulos rojos, así como en ácido cítrico, que potencia la acción de dicha vitamina. Es una fuente excelente de antioxidantes. Está formada en su mayor parte por agua, con escaso aporte calórico lo que la hace ideal para las dietas de control de peso. Al vapor, hervida, asada, frita, rebozada, estofada o gratinada, puede convertirse en protagonista del plato o bien servir de acompañamiento a pescados, arroces y legumbres.
Ingredientes:
1 coliflor
1 cebolla pequeña
1 diente de ajo
1 rebanada de pan
1 tomate
1/4 kgr de almejas
caldo de pescado
pimentón
1/2 vasito de vino blanco
sal y aceite.
Preparación:
Limpiamos la coliflor y la cortamos en ramilletes. Ponemos aceite a calentar y freímos un diente de ajo y la rebanada de pan, reservamos.
En el mismo aceite, freímos la cebolla bien picadita. Cuando esté transparente, añadimos el tomate rallado y seguimos friendo, le ponemos sal y una cucharadita de pimentón, le damos unas vueltas y añadimos un vaso de caldo o agua, (yo he puesto un fumet de pescado que tenía congelado).
Ponemos los ramilletes de coliflor, el ajo y la rebanada de pan picados y cocemos hasta que la coliflor esté al dente, unos 10 minutos. Añadimos las almejas y en cuanto se abran, retiramos del fuego.
Serviremos calentito que viene muy bien para los días de frio.