Combate enfermedades con la meditación guiada

Por Adilco


Con el pasar del tiempo las enfermedades están aumentando, ahora existen muchas más enfermedades que en el pasado, lamentablemente la mayoría de estas enfermedades son graves y provienen del estrés y los pensamientos negativos, por lo tanto una manera natural y muy efectiva de combatir las enfermedades es mediante la meditación guiada.
El cuerpo y la mente tienen una conexión magnética, por lo que todo lo que entra al cerebro le afecta al cuerpo, por ejemplo si entramos en un cuadro de profunda tristeza, todo nuestro cuerpo es afectado porque de pronto se perderá el apetito o aumentará exageradamente produciendo bien la anorexia y bulimia o en todo caso la obesidad y por ende la diabetes.   Por lo tanto todo empieza en la mente, nuestro destino y futuro dependen de los pensamientos que atraigamos a la mente. Bien dice el dicho “bien creas que puedes o no puedes, tienes razón” porque el único obrador de nuestro destino y fortuna somos nosotros mismos.


Entonces si estás últimamente bajo de ánimos, no tienes energía y te enfermas con frecuencia es tiempo de que combatas todas esas malas vibras de tu cuerpo con la meditación guiada, de esa manera podrás internarte en tu yo interior por algunos minutos diariamente y recuperarás en lo menos pensado todas tus energías y tu salud.
La mentalidad y visión para combatir las enfermedades con la meditación guiada
• Para empezar tu meditación guiada debes escribir frases positivas y afirmativas con respecto a la enfermedad que padeces o acerca de la salud que quieres tener.

• Debes apartarte a un lugar solitario donde no seas interrumpido por nadie. Es preferible que apagues tu celular, el teléfono y te sitúes en tu santuario, es así como se llama al lugar donde te encuentras contigo mismo y meditas.

• Adecua tu cuerpo a una postura donde mantengas la espalda recta, puede ser en el suelo, en una silla. Puedes estar de pie o acostado en el suelo. Como quiera que sea debes sentirte cómodo pero no demasiado relajado porque corres el riesgo de dormirte.

Las técnicas para combatir las enfermedades con la meditación guiada


• Cierra los ojos y respira; después de encontrarte solo y estar en tu santuario debes cerrar los ojos y concentrarte en tu respiración por lo menos 5 minutos. Esfuérzate por ser consciente del aire que entra a tus pulmones y a todos tus sentidos, de igualmente sé consciente del aire que sale de tu cuerpo.

• Crea raíces en tus pies; esta técnica de meditación guiada te ayudará a darte cuenta que tú y la tierra tienen una gran conexión, bien dice el dicho: “del polvo saliste y al polvo volverás”, mientras tengas los ojos cerrados siente e imagina que tienes raíces y que estas se extienden por toda la tierra, cruza las raíces de los árboles y viaja hasta llegar al centro. De la misma manera imagina que le salen raíces a tu cabeza y que estas se elevan hacia el cielo llegando incluso a tocar las estrellas.

• Crea colores; de pronto mientras imaginas y vas creando raíces en tus pies y tu cabeza ponle colores a tu viaje, combina los colores que van viajando contigo y entrelázalos, combínalos y sepáralos nuevamente.

• Disfruta la combinación de las energías; mientras sigas con los ojos cerrados junta ahora las raíces de la tierra con las del cielo, verás como tu cuerpo recupera sus energías cuando juntas estas dos energías y la haces una sola; sepárala y vuélvela a unir, esta técnica para combatir las enfermedades con la meditación guiada son realmente fructíferas. Siente como estas dos energías tocan cada órgano de tu cuerpo ayudando a reavivar las células y las energías de cada parte de tu cuerpo.

• Concéntrate; ponle mayor atención a la parte de tu cuerpo que más problemas está teniendo, deja que tu imaginación y la energía celestial terrenal surtan efecto. Puedes también en el momento de concentrarte en una parte específica de tu cuerpo repetir las afirmaciones positivas que tienes en tu lista como por ejemplo: “soy saludable”.

• Bebe agua; una vez que hayas realizado esta técnica de meditación guiada, abre los ojos poco a poco, ponte de pie y bebe por lo menos tres vasos de agua.