Las cenas festivas que se pasan juntos como una familia – o cualquier cena familiar, para el caso – pueden ayudar a aumentar la ingesta de frutas y vegetales saludables en los niños, según un nuevo estudio.
Los niños que suelen cenar con sus familias también son más propensos a cumplir con las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud da acerca de un consumo diario de cinco porciones de 2.8 oz de frutas y verduras al día, de acuerdo con el estudio británico.
Los resultados de este estudio muestran un mensaje de salud positivo para los padres, lo que podría mejorar sus propios hábitos alimentarios y los de sus hijos.
Los hábitos alimenticios de los padres también pueden tener un impacto importante en la dieta de los niños. Por ejemplo, los niños cuyos padres comen frutas y verduras todos los días, comen un promedio de alrededor de 3 onzas más de estos alimentos que los niños cuyos padres raramente o nunca comen vegetales.
Los niños cuyos padres siempre cortan sus frutas y verduras también llegan a comer unas 2 onzas más por día que aquellos cuyos padres no ayudan con este hábito. Asimismo, por cada tipo de producto que se consume en el hogar, el consumo de los niños aumenta en aproximadamente 0,2 onzas diarias, según hallaron los investigadores.
El mensaje clave es que las familias se unan para comer y consuman frutas y verduras a la hora de la cena, según concluyó el equipo de investigación.