Es malo comerse la piel del pollo, ya que es donde se concentran todas las hormonas(¿?), Comer helado engorda, las tostadas engordan menos que el pan, las botellas que se guardan en el coche producen cáncer (¿?), las aceitunas están prohibidas si se quiere adelgazar, la fruta por la noche sienta mal, comer más de tres huevos por la semana es perjucicial para la salud….
Cada época ha endiosado unos alimentos y satanizado otros, desarrollando sus propias teorías relacionadas con un acto tan primario como es comer. Hoy en día, este interés y preocupación de la comida está relacionados con dos grandes temas: qué alimentos engordan (y cuáles nos permiten adelgazar) y cuáles son beneficios o malos para la salud.
La salud se ha convertido en un argumento determinante para consumir o no un alimento. Se privilegia unos por sus beneficios en la salud (El aceite de oliva previene los infartos, el yogur mejora el sistema inmunológico…) y se diabolizan otros (grasas, azúcares, hidratos de carbono…). Aunque muchos de estos mitos parecen inofensivos, pueden influir en el hecho de que una persona deje de consumir alimentos básicos.
Para aclarar la verdad sobre los alimentos y la alimentación, Antonio Ortí, Ana Palencia y Raquel Bernacer, autores del libro COMER O NO COMER han recopilado los mitos más habituales, recogiendo la opinión que se tiene de cada uno de ellos, tanto positiva como negativa y ofreciendo al lector argumentos sólidos que esclarecen algunos conceptos socialmente asumidos como ciertos.
Como muestra un botón:
“La carne más barata procede de animales clonados”: Absurdo. Hacer un clónico de una vaca puede representar alrededor de millón y medio de euros por animal, además de exigir mucho tiempo.
“La piel de pollo tiene hormonas”: Falso. No hay ningún laboratorio que produzca hormonas para pollos. Además, dos terceras partes de la grasa del pollo son beneficiosas para la salud. El experto dice “aunque hay una leyenda negra que afirma que en la piel del pollo se acumulan las hormonas a las que recurren los avicultores para que engorden rápido, la realidad es que dejaron de utilizarse en 1950”.
“Comer helado engorda”: todo de depende de la frecuencia y de la cantidad. Los helados pueden ser una merienda adecuada o una parte de la comida y de la cena siempre que se consuman con ponderación.
“Las tostadas engordan menos que el pan fresco”: No es que engorde menos, lo que sucede es que al estar tostado, tiene una textura más consistente, exige mayor esfuerzo al masticarla, con lo que se tiene la impresión de estar más lleno después.
“Las aceitunas están prohibidas si se quiere adelgazar”: prohibir alimentos no da buen resultado a largo plazo. No hay alimentos buenos y malos; lo importante es la cantidad total de calorías de los alimentos y cómo se combinan entre sí. En lugar de añadir una cucharada grande de aceite a la ensalada, es posible comerse seis a ocho aceitunas, que viene a ser lo mismo.
“La fruta por la noche sienta mal”: La fruta no sienta mal a ninguna hora del día. Para que ello ocurra, debe consumirse en cantidades inadecuadas. Otra cosa es que una fruta determinada pueda ocasionar excepcionalmente problemas digestivos a alguien en concreto.
“Comer más de tres huevos es malo”: Muchas personas creen que comer más de tres huevos dispara el colesterol. Estudios demuestran que el huevo por sí solo no tiene capacidad para aumentar los niveles de colesterol. Esto se debe más a la ingesta de grasas saturadas. Una persona que tenga exceso de colesterol en la sangre puede comer perfectamente tres o cuatro huevos a la semana. Una persona sana, siete huevos .
“Hacer ejercicio no sirve para perder peso”: Es una de las barbaridades que circulan, cuando es justo lo contrario. Para que el ejercicio redunde en la pérdida de peso, la duración debe ser superior a 20 minutos (lo ideal es que sea una hora), por lo menos tres días a la semana. Al final, el secreto para no ganar peso es equilibrar la energía que se ingresa con los alimentos, con la que se gasta practicando actividad física.
“Comer grasa es perjudicial para los deportistas”: Falso: restringir las grasas limita el rendimiento físico debido a que los depósitos de gluceno se agotan más rápidamente. Entre el 25 y el 30% de las necesidades energéticas de un deportista deben provenir de las grasas.
“Hay alimentos quema grasa (La dieta del pomelo)”: Un pomelo o cualquier otra fruta en ayunas nunca va a restar y muchos menos a quemar las grasas, entre otras cosas porque las grasas sólo se pierden combinando una alimentación saludable con ejercicio.
“Ayunar bebiendo sólo líquidos desintoxica el organismo”: tiene poca base científica. La comida no deja residuo específico que pueda ser luego secretado a través de un proceso concreto. El hígado y los riñones se bastan para limpiar el organismo.
Besos desde mi blog!!!