METIS (Mobile and Wireless Communications Enablers for the Twenty-Twenty), proyecto coordinado por la multinacional Ericsson, es el mascarón de proa de la UE sobre la tecnología 5G, toda una referencia mundial en este ámbito. El objetivo: definir los escenarios principales que marcarán nuestras comunicaciones a partir de 2020. La Universidad Politécnica de Valencia, a través del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM), trabaja en la validación de los escenarios de despliegue del 5G, evaluando las tecnologías que se proponen como candidatas para la próxima generación de comunicaciones.
Según apuntan desde el consorcio METIS, el número de teléfonos inteligentes crecerá de 1.200 a 4.500 millones en 2018, lo que implicará un notable aumento en el tráfico de datos móviles. Y tanto el móvil como las redes serán elementos que van a soportar mucho más tráfico, densidad de usuarios y velocidad de transmisión. Asimismo, el aumento de dispositivos, no necesariamente terminales móviles, que van a estar conectados y enviando constantemente información entre sí hace imprescindible una evolución de la red para soportar este crecimiento y garantizar la calidad de las telecomunicaciones.
Para hacer frente a estos desafíos, los investigadores señalan que deberá producirse un incremento entre diez y cien veces tanto en la velocidad de transmisión de datos, como en la eficiencia de los dispositivos conectados a la red. Asimismo, se estima que el aumento de la tasa de usuario puede llegar a los 500 Gbps al mes, a lo que se uniría un notable aumento de las baterías.
Aunque todavía no existe espacio alguno para el 5G en el espectro de radiofrecuencias, en 2015 se desarrollará una World Radio Conference para asignar más espectro a las comunicaciones móviles de ancho de banda. Esa tendencia de liberación de más espectro para los móviles se debería mantener hasta 2020.
Fuente: Tendencias21