Me encantan los corazones para adornar, sobre todo con pasta das blanca, que es un blanco roto y un poco "rústico". Se puede lijar para retocar los bordes y eliminar imperfecciones, y también se puede barnizar o pintar. Con la pasta fimo, que se cuece en el horno, quedan más sólidos, más elegantes y con aspecto de porcelana, todo depende de qué se quiera adornar.
¿Y para qué los usamos? Para adornar jarrones, frascos y centros florales, con lo que me gustan no podía faltar, claro. Un poco de brezo silvestre, rafia natural y el corazón queda precioso.
Pero también me gustan mucho para packaging. Aprovechando que era el cumple de mi madre, le puse el regalo en una caja de cartón kraft, con una lazada de puntilla, y un corazón. Esta vez más adornado, lo he completado con un botón de nácar en forma de flor, una cinta de lino encerado fino y unas bolitas de cristal.
¿Y vosotras, usáis la arcilla para hacer algún adorno? Me encantaría verlos.