Nuestra actitud impacta en nuestros pensamientos y nuestras intenciones. Tener una actitud de gratitud nos guía hacia una visión más positiva de nuestras posibilidades y nos 'abre puertas' que de otro modo no podríamos ver. (Fíjate en todo por lo que puedes estar agradecido, entrenarte en percibir lo que hoy has hecho mejor, lo bueno que es llegar a tu casa y estar cómodo, lo que te protege el cariño de los tuyos, la salud que te permite estar activo, etc..)
Si tenemos pensamientos de gratitud esa sensación es transformadora para pasar por nuestra vida e inspirarnos para lo que realmente tenemos aptitudes. Es bueno recordar… si estás criticando, no estás siendo agradecido. Si estás acusando no estás siendo agradecido. Si te quejas, no estás siendo agradecido. Si estás tenso no estás siendo agradecido. Si estás de mal humor, no estás siendo agradecido.
¿Estás dejando que tus miedos y detalles sin importancia se interpongan entre ti y la vida que mereces tener?