Terminamos el repaso a los resultados de esta edición 2014 de nuestro estudio sobre el valor que la sostenibilidad aporta al sector de los eventos y la comunicación, trayendo los datos de dos preguntas que se colaron como novedad respecto a 2013. En la primera edición se puso de manifiesto la disposición por parte de los participantes a pagar un poco más en la entrada a un evento si este demostraba su compromiso con la sostenibilidad, algo que se ha mantenido en esta segunda edición, si bien queríamos conocer algunos detalles más sobre tal predisposición.
De un lado nos interesaba conocer si creían que dicho apoyo económico debía ser compartido con otros agentes vinculados al evento y por otro, cual era la forma que los participantes consideraban más eficaz para que desde un evento se les comunicara y mostrara el compromiso con la sostenibilidad. Y ciertamente los resultados son muy interesantes y rompen con opiniones que creíamos más que asentadas a priori.
¿Quién paga por la sostenibilidad de un evento?
Los asistentes desde luego tienen una elevada predisposición a pagar según vimos en los propios resultados, que además se ha elevado entre la primera y la segunda edición de nuestro estudio, sin embargo, al preguntar sobre quién debe soportar los gastos que puedan representar las medidas vinculadas a la sostenibilidad del evento, apenas un 3’4% cree que exclusivamente repercutiendolos en el precio de la entrada, frente a un 34% que cree que deben ser los organizadores los que asuman este gasto (en caso de que se produzca) y un 46% que cree que deben ser compartidos entre las entradas, la existencia de iniciativas de apoyo desde las administraciones y los propios organizadores. Tan sólo un 12’5% cree que deba ser a través de deducciones fiscales o ayudas públicas de forma exclusiva como se financien, aunque destaca que en este grupo de respuestas un 30% pertenecen al sector de profesionales de Eventos.
A nuestro juicio, es patente que los participantes en este estudio creen que es una responsabilidad de los organizadores de eventos desarrollar medidas de sostenibilidad en los mismos, y están dispuestos a pagar una cantidad adicional en la entrada para apoyar estas iniciativas, pero entendiendo que el organizador también ha de hacer un esfuerzo en ese sentido. No parece que cale la idea de que sea a través de ayudas públicas o deducciones de impuestos la forma de impulsar estas iniciativas y son muy reveladoras dos respuestas aportadas por los participantes, que señalan que “si se hace correctamente, desarrollar medidas de sostenibilidad no supondrá ningún coste adicional que deba financiarse” y “estas medidas logran el ahorro a largo plazo” ambas apoyan la idea de que lejos de suponer un coste adicional, serán un beneficio para la entidad organizadora, con lo que no podemos estar más de acuerdo, solo es cuestión de saber valorar costes y beneficios recibidos.
¿Cómo mostrar el compromiso con la sostenibilidad de un evento?
En la segunda de las cuestiones, una vez que los participantes tanto de la primera como de la segunda edición han afirmado la importancia de que el desarrollo de eventos se haga de una forma cada vez más comprometida con la sostenibilidad, es conocer cómo creen que se puede evidenciar la misma.
Ya sea a través de una implicación activa de los participantes (el conocido como engadgement y donde entra en juego de una forma determinante la transparencia asociada a la sostenibilidad), mediante el uso de un logotipo o certificado de sostenibilidad del evento, realizando acciones de visibilidad y comunicación de la sostenibilidad o bien a través de memorias y otros documentos de sostenibilidad de un evento, la idea era conocer cuales de todas eran las consideradas más eficaces.
Frente a lo que podría esperarse a tenor de la proliferación de certificaciones de sostenibilidad para eventos y organizadores de eventos, ni mucho menos se trata de la forma más eficaz y valorada por los participantes para comunicar los compromisos con la sostenibilidad y hacerlos perceptibles. Un 7% de los encuestados señala que todas son igualmente válidas e importantes, por lo que se muestra que los participantes han elegido y descartado opciones, mostrando así sus preferencias de una forma activa. Un 12’5% cree que sería útil un registro público, curiosamente un porcentaje similar al que cree que a través de incentivos económicos públicos puede fomentarse la sostenibilidad en eventos, aunque no existe una coincidencia directa entre los participantes que señalan ambas respuestas.
Con un 41% se apunta tanto a los Certificados como a la elaboración de Memorias e Informes de Sostenibilidad, por detrás del 47% que cree que es útil implicar a los participantes y demás grupos de interés implicados (el tan de moda engadgement en eventos) y un destacable 72’7% que destaca que el modo más eficaz y que más confianza les transmite para hacer patente la sostenibilidad de un evento es comunicando las acciones realizadas y llevando a cabo acciones que permitan visualizarlas, materializarlas.
Con esta quinta entrega completamos el repaso a los principales resultados de nuestro estudio sobre el valor que la sostenibilidad aporta a los eventos, creemos que las conclusiones aportan su granito de arena al fomento de la sostenibilidad en eventos y comunicación y por ello las recopilaremos, como hicimos en la edición 2013. Nuevamente os emplazamos a aportar vuestros comentarios y contribuir al fomento de este cambio de mentalidad en torno a la organización y la participación en eventos, pues ya vemos que no sólo hemos de pedir a los organizadores su compromiso, sino que los asistentes han de implicarse igualmente, y en cuanto a nuestro estudio, esperamos que tenga tanta y tan buena difusión como en su primera edición, la participación recogida así lo señala, y en 2015, a por la tercera!!!.
@tehagoeco
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