A menudo, cuando buscamos soluciones o cuando queremos entender alguna cosa, nos centramos en lo que hemos aprendido -ya sea a través del estudio o de la experiencia-, en lo socialmente admitido, en lo que nos dijeron que podíamos o no podíamos hacer, en los pasos que otros hicieron, en lo que se supone que se espera de nosotros… Pero de esta manera, lo que ocurre es que, de forma inconsciente, buscamos solución según una “programación” aprendida, y pocas cosas se cambian.
No acalles lo que sientas, lo que veas, lo que recibas a través de la meditación. No permitas que tu mente te diga que es imposible; bien al contrario, ponlo como prioritario, siendo un objetivo general sobre el que deseas trabajar, aunque ello rompa todos tus esquemas previos, porque realmente es lo que, desde el fondo de tu Ser has sentido que deseas, que necesitas, que es.
Si te atreves conscientemente a romper con tu programación, comprobarás que tus capacidades y tus posibilidades se multiplican por infinito.
No es fácil, los cambios de estructura mental nunca lo son, pero el premio es una vida plena, consciente, satisfactoria, alegre… Lo que tú desees.