Los gatos están actualmente muy valorados y aceptados como mascotas en muchos hogares. Sin embargo, algunos gatos no tienen tanta suerte y tienen un comienzo difícil en su vida, ya sea porque se crían en un callejón o viven en una casa con unos dueños que pasan de ellos. El mundo todavía puede ser un lugar peligroso para los gatos, con gente cruel que maltrata a los animales, perros que les atacan e insuficiencia de comida con la que alimentarse.
Estos gatos pueden actuar a la defensiva, emitir bufidos cuando alguien trata de acariciarlos y pasar la mayor parte de su tiempo escondidos. Si adoptas uno de estos gatos, es importante que le ayudes a superar su nerviosismo y que se conviertan en la mascota feliz y cariñosa que se supone que es.
¿Cómo sabemos que un gato está nervioso?
Un gato nervioso siempre va a evitar que le acaricies en la cabeza. Se pasará la mayor parte de su tiempo escondido, y también podrás apreciar que camina con las piernas dobladas, como agazapado. A menudo, también bajará su cola manteniendo la punta curvada hacia arriba. El nerviosismo también les hace acicalarse en exceso y, en los momentos en que la agitación es importante, se lamen hasta el punto de formarse calvas en las patas traseras.
Es normal que los gatos recién adoptados estén nerviosos al principio, mientras se acostumbran al nuevo entorno. Sin embargo, si el estado de nerviosismo se prolonga durante más de unos pocos días, es posible que te veas obligado a tomar la iniciativa y hacer algo para calmarle, evitando así el estrés que esta situación puede ocasionaros a ambos. Será necesario paciencia y un poco de entrenamiento para ayudar a tu gato a “salir de su caparazón”.
Averigua por qué tu gato está nervioso
Conocer las razones que hay detrás del nerviosismo de tu gato puede ayudarte a buscar el tratamiento adecuado.
Hay muchas razones por las que tu gato puede estar nervioso, pero la razón principal es a menudo una experiencia traumática que podría haber vivido anteriormente. Tu gato puede haber sufrido un abuso o un ataque de un perro, algo que puede ser muy traumático para él. Algunos gatos también pueden sentirse abrumados con su nuevo entorno, ya que probablemente no están acostumbrados a estar entre la gente y vivir en una casa; esto es muy común en los gatos callejeros.
Después de conocer las razones que provocan el nerviosismo en tu gato, simplemente debes proporcionarle un lugar seguro donde esconderse y ser paciente con él mientras le ayudas a tranquilizarse día a día.
Cómo ayudar a tu gato a aclimatarse
Ser cariñoso y paciente con tu gato le hará sentir más cómodo en su nuevo hogar. Hay algunas técnicas de entrenamiento que puedes llevar a cabo, y también medicamentos que puedes usar, para ayudar a tu gato a salir del estado de nerviosismo y hacer que se adapte.
Cuando lleves a tu casa a tu nuevo y nervioso gato, prepara un pequeño espacio confinado donde pueda esconderse. Cualquier rincón que liberes de cosas para crear espacio puede valer. Pon en este espacio, a su disposición, todo lo que pueda necesitar, como comida, agua, la caja de arena, un poste rascador y una manta o cualquier otro material cómodo y agradable donde acostarse. Asegúrate de que este espacio de tu gato sea cómodo, ya que tendrás que dejar que se quede en ese espacio por unos días o quizá semanas hasta que se sienta listo para aventurarse hacia el resto de la casa.
Haz uso de golosinas y medicamentos
Puede que tengas que “sobornar” a tu gato con golosinas para atraerle hacia ti, pero hazlo sólo de vez en cuando para evitar el sobrepeso. Haz uso de alimentos que suelen gustarle mucho a los gatos, como el pollo cocido, que será una delicia efectiva durante el entrenamiento. Cada vez que tu gato haga un progreso, prémiale para que te vincule a ti con esas buenas recompensas, se sienta más cómodo contigo y empiece a confiar en ti.
También puedes administrarle medicamentos, siempre según las indicaciones del veterinario, para aliviar su angustia. Él podrá recomendarte los medicamentos más eficaces para ayudar a tu gato.
Sé amable con tu gato
Habla con tu gato en tonos suaves y acaríciale cada vez que se acerque a ti. Ponle un nombre y llámale por él hasta que se acostumbre. Si tiene miedo porque un extraño ha entrado en casa, o se encuentra asustado por los truenos, por ejemplo, habla con él con voz bajita y en tonos suaves para calmarle, y acaríciale tanto como puedas.
Cuando tu gato se encuentre más cómodo moviéndose por toda la casa y se sienta a gusto con toda la familia, es el momento de introducirle a otras personas y en otros entornos, para que puedan superar por completo su miedo. La mayoría de los gatos se pasean con confianza cuando sólo están en casa los integrantes de la familia a los que están acostumbrados, pero cuando llegan invitados, se acobardan y se esconden.
Da a conocer a tu gato a tus invitados más frecuentes. Las recompensas alimenticias pueden ser muy eficaces en esta situación también. Ofrécele golosinas y haz que tus invitados alimenten a tu gato también; eso sí, hazles saber que estás tratando de ayudar a tu mascota a superar su nerviosismo, para que sean conscientes de la situación. Asegúrate también de que a tus invitados les gustan los gatos o no tienen nada en contra de ellos, porque los gatos son capaces de sentir las vibraciones negativas de las personas y, como consecuencia, reaccionar negativamente.
Nunca presiones demasiado a tu gato cuando veas que progresa muy lentamente o renuncia a interactuar con otras personas. Simplemente ten paciencia; podría llevar varias visitas y más entrenamiento conseguir que se sienta por fin a gusto con los extraños.