¿Por qué es tan difícil cambiar nuestros hábitos?
Muchos de nosotros, al entrar en el nuevo año, nos hemos comprometido a cambiar nuestros hábitos en dirección a una vida más saludable. Algunos de estos nuevos objetivos pueden ser una dieta más equilibrada, tomar menos sal, reducir los dulces, ir al gimnasio, salir a andar cada día o llevar nuestras visitas médicas al día.
La voluntad existe, pero ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar nuestros hábitos y costumbres? Ahora este fenómeno tiene explicación científica. Un estudio realizado por neurólogos y neurobiólogos estadounidenses revela que los procedimientos que llevamos día a día se implantan en nuestras neuronas, creando complejos circuitos que influyen a nuestra memoria. Esto significa que actividades habituales como fumar, tomar dulces, comprar o ciertas adicciones son actividades que se han aferrado fuertemente a nuestro cerebro y por consiguiente es normal que nos cueste cambiarlas. Para nuestro cerebro se han convertido en acciones mecánicas que no suponen un esfuerzo y aportan placer inmediato, por esta razón es tan difícil deshacer la conexión que nuestros malos hábitos crean en la mente.