Cómo confeccionar nuestro propio marco

Por Elisa @elizzaflow

El marco es uno de los elementos fundamentales de un cuadro y el complemento ideal de la obra. Como hemos visto en otros posts de este mismo blog, existen molduras para todos los gustos y siempre podemos encontrar una que se adapte, a la perfección, a esa fotografía o pintura que deseamos enmarcar.

Un marco también puede ser una obra de arte en sí mismo y una magnífica actividad de bricolaje casero. A casi todo el mundo nos gusta tener colgadas en casa fotografías que inmortalizan momentos personales especiales, nuestras propias pinturas o las de un familiar querido y, por ejemplo, la orla de esa carrera universitaria que tanto esfuerzo nos costó terminar.

Pero si, además, el marco que hemos empleado para complementar cada una de esas obras también lo hemos elaborado nosotros mismos, la satisfacción y el orgullo personal por el resultado obtenido será mucho mayor.

A continuación, mostramos los pasos a seguir para confeccionar nuestro propio marco de madera.

Preparación de los listones

Una vez hayamos adquirido los listones de madera, les aplicamos una capa de tapaporos y los limpiamos. Después, hemos de tomar medidas de la pintura o fotografía a enmarcar, para transferirlas a la moldura. Es recomendable dejar unos centímetros de holgura, para que la obra tenga suficiente movilidad y no quede constreñida. De esta forma, se evitan posibles deformaciones. Además, hemos de tener presente que la madera natural puede sufrir alteraciones con el tiempo, susceptibles de transmitirse al contenido del cuadro. Si enmarcamos un lienzo, los centímetros extra han de ser más, para proteger los pliegues de la tela.

Marcamos las medidas en el rebajo de los listones y procedemos a cortar las piezas a inglete (45 grados). Una vez realizada la operación de corte, comprobamos que todos los elementos encajen a la perfección.

Ensamblado

Para unir todas las piezas podemos utilizar cola blanca y grapas. Aplicamos el adhesivo en las juntas y, al unir los elementos, frotamos ligeramente para que éstos enganchen adecuadamente. Con el fin de facilitar la operación, vamos sujetando la futura moldura, a la mesa de trabajo, con un gato. El siguiente paso consiste en ir ensamblando los listones con grapas, valiéndonos de una grapadora de tapicero.

Si se tratase de enmarcar obras muy pesadas, deberíamos incluir otros elementos de unión más resistentes, como pletinas planas en forma de esquina y atornilladas.

Tras aplicar la cola blanca y grapar, colocamos un cincho y esperamos que el adhesivo seque definitivamente (24 horas aproximadamente). En este punto, repasamos la superficie de madera con una lijadora y una hoja de grano medio.

Pintura

Llega la hora de dar una mano de pintura a nuestra moldura. La tonalidad del marco no es una cuestión baladí, tal y como hemos analizado en otros posts. Por ello, no está de más hacer un análisis de la obra, de los tonos de la estancia en la que colocaremos el cuadro y del ambiente que deseamos conseguir, antes de seleccionar el color o colores definitivos.

Montaje

El montaje de lienzos es sencillo y rápido. Se trata, simplemente, de acoplar el soporte a la moldura y, después, unir ambos elementos con unas grapas. Si nuestro cuadro precisara un fondo, deberíamos haberlo cortado previamente con las medidas adecuadas, para ajustarlo en este momento a la moldura. Sobre el mismo, situaremos la fotografía o pintura en cuestión.

En caso de enmarcar fotografías o cualquier otra obra de impresión, puede resultar conveniente emplear cristal. En ese caso, es recomendable utilizar vidrio antirreflejos, para que la foto pueda admirarse sin obstáculos.

Por último, debemos señalar la posición de la hembrilla, que nos permitirá colgar el cuadro en la pared que hayamos seleccionado. Para realizar esta operación, nos valdremos de un par de golpes con el martillo, para proceder después al atornillado de la pieza a la moldura. Si nos cuesta realizar el giro con la mano, un destornillador es la herramienta idónea para ayudarnos en este proceso.

Hemos terminado el montaje de nuestro marco y cuadro. Sólo nos resta poner una escarpia en la pared y colgar el conjunto en el lugar seleccionado.

Cualquier momento es bueno para sentirse un artista. Las opciones son casi infinitas y los resultados no tienen por qué envidiar a los de cualquier profesional. Mejorar la decoración del hogar está al alcance de nuestra mano, sólo es preciso paciencia, gusto y algo de habilidad. Al final, podremos presumir del contenido, de la obra en cuestión y de la propia moldura.

En cualquier caso y si preferimos encomendar la tarea a un experto, deberíamos consultar en una tienda especializada en marcos. Ellos se encargarán de enmarcar esa obra especial para nosotros, haciendo realidad el cuadro que anhelamos, logrando una pieza auténtica, original y perfecta desde el punto de vista estético.