Ejercicio: Tiéndete hacia arriba, con las piernas elevadas y abiertas, pies flexionados, el tórax despegado del suelo, el cuello relajado, la mirada al frente, brazos cruzados por detrás de los omóplatos. Es importante que tengas el cuello en posición neutra ( entre la barbilla y el pecho hay un espacio de un puño).
Al espirar, junta las piernas, llevándolas a la vertical, al tiempo que elevas el tórax desde la cintura y manténlo elevado un instante. Al elevar el tórax, ejerce con el cuello fuerza hacia los brazos.
Al inspirar, las piernas se abren y el tórax pierde altura, manteniendo siempre la mirada al frente.
Realiza este ejercicio en tres series de diez elevaciones.