No se muy bien cómo definir este proyecto, que nace de la necesidad de cubrir una valla metálica muy fea en la que por algún motivo desconocido (por falta de atención posiblemente) no conseguíamos que creciese un árbol para taparla, si un metro más allá, o uno más acá, pero en esos 3 metros no había forma…
Al mirar la malla metálica pensé en los patrones de punto de cruz, y en el movimiento de crocheteros que van haciendo instalaciones por las ciudades, urban knitting…
¡Y se hizo la luz! ¿Por qué no hacer unos árboles “cosidos” a la malla?
No hay que cuidarlos, son de estética nórdica, o mínimal o como querais llamarlo, no necesitan agua (me atrevo a pensar que alguien dirá que son ecológicos por esto) y decoran bastante…
Puede que la dueña de la casa me matase, pero es mi madre, y ya está acostumbrada a este tipo de intervenciones inesperadas por mi parte, de momento ahí siguen los pinitos y amenazo con hacer más….
¿qué os parece?
Si os animais a hacerlo, ¡contadnoslo! Estamos deseando que aumente la familia de árboles de punto que cubran tooodas las vallas feas del mundo…
Nosotros, además de estas cosas, fabricamos muebles de jardín que podeis ver aquí
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