En la época estival llega el buen tiempo, las altas temperaturas, las horas de descanso y relax así como numerosas actividades al aire libre. Sin embargo es una estación donde la piel sufre más que nunca, especialmente si no se cuida de manera adecuada. No deja de ser una parte más del cuerpo y por lo tanto debe mantenerse en las mejores condiciones posibles para no sufrir ninguna molestia o enfermedad derivadas de una escaso cuidado. ¿Y cómo cuidar la piel en verano? A continuación os damos algunos consejos y recomendaciones para ello.
El principal punto que se debe tener en cuenta es la protección contra el sol. Ya no se trata de ir a la playa durante largas horas y tostarse en la arena, sino que en cualquier momento que se salga a la calle es fundamental cubrir la piel con una capa de protector facial que evite los rayos UVA. Cuanto mayor nivel de protección, menor riesgo de sufrir algún tipo de quemadura.
Es recomendable utilizar productos con base acuosa que no tapen los poros de la piel y faciliten la transpiración. De lo contrario se puede producir mayor nivel de grasa y presencia de granos. Además en las horas centrales del día no es recomendable tomar el sol o exponerse a él, pero si se hace el protector debe aplicarse cada poco tiempo y debemos saber qué tipo de protector debemos usar para protegernos.
La piel también se protege mediante la ropa que vestimos. Siempre es bueno utilizar prendas frescas que faciliten mayor frescor y transpiración, dejando atrás aquellas que aumentan la temperatura y ahogan la piel, así como una sudoración elevada que provoca irritación. Las áreas más delicadas deben permanecer siempre tapadas así como no debe descartarse el uso de gorras o sombreros, pues así rebaja la temperatura de la cabeza y evita mayores sofocos o sensaciones de mareo.
Otro factor clave para cuidar la piel en verano es la hidratación. Siempre buscar líquidos con los que refrescar la piel, ya sea una fuente pública o si se está en la playa con chapuzones en el mar o agua de las duchas. Además es importante beber líquidos durante todo el día, especialmente agua natural. Se deben evitar bebidas alcohólicas, azucaradas o gaseosas.
Al llegar a casa, especialmente si se hemos estado demasiado tiempo expuestos al sol, lo mejor es darse una ducha para refrescar la piel. Una vez seca, aplicar una crema hidratante por todo el cuerpo, con mayor hincapié en aquellas zonas más sensibles.
En la ingesta de comida hay que evitar los alimentos grasos y pesados y siempre optar por productos frescos y llenos de vitaminas, como es la fruta fresca. Ayudan a tener una mejor digestión, aportando vitalidad y energía, mejorando la piel, haciéndola lucir más atractiva.
¿Qué piensas de estas ideas para cuidar la piel en verano? ¡Disfruta del verano y protege tu cuerpo del sol y de sus peligros!
Fuente: SmartSalus)