¿Cómo curar la alergia a la tiza?
Como para cualquier tipo de alergia, la sensibilidad a la tiza se cura en función de las circunstancias de manifestación de los síntomas. Si la alergia a la tiza se produce por contacto directo, la cortisona es un remedio eficaz para combatir sus efectos.
El tratamiento de la alergia a la tiza se basa esencialmente en tratamientos generales y localizados. Este tratamiento permite impedir la degranulación mastocitaria y la migración celular, lo que reduce sensiblemente los síntomas. Si la alergia es más importante, lo mejor es combinar el tratamiento con un antiinflamatorio.
La oligoterapia se basa en una mezcla de cobre y de manganeso, y es eficaz para tratar la rinitis alérgica provocada por la tiza. Otras soluciones se presentan para evitar la aparición de este tipo de alergia. Se puede recurrir al uso de tizas antialérgicas, cambiar la pizarra negra por una blanca, o utilizar un videoproyector.
Lo ideal sería evitar tener que tocar las tizas directamente y llevar guantes de vinilo. La mejor solución para tratar la alergia es la de proceder en primer lugar a conocer su diagnóstico. La alergia se manifiesta de diferentes maneras. Un simple contacto con la tiza puede conllevar un eczema y una inflamación.
Las partículas de la tiza pueden provocar dolor de garganta, agravando el estado de las personas que sufren una rinitis alérgica o asma. La alergia a la tiza puede provocar otro tipo de afecciones. La adopción de una de estas soluciones no debería realizarse sin el consentimiento médico necesario.
El facultativo debe confirmar que se trata bien de una alergia y dirigir al paciente a un alergólogo. Existen diferentes tipos de alergia, en función de los agentes que los causan y la manera en que se manifiestan. Tos, estornudos, picor de ojos, de la nariz, de la garganta, de la piel, y del paladar suelen ser signos cuando la alergia afecta al aparato respiratorio.