Los expertos calculan que alrededor del 75% de los “atracones” se relacionan con las emociones. Y contrario a lo que con frecuencia se piensa, cualquier tipo de emoción, ya sea negativa o positiva puede hacer comer emocionalmente. No solo el estrés, la soledad, la ansiedad, la tristeza o el aburrimiento pueden hacer a una persona buscar refugio en la comida, también la alegría, el enamoramiento y otras emociones consideradas positivas pueden desencadenar un episodio.
Desafortunadamente, después de la efímera sensación de gratificación y confort derivada de la comida, sigue la sensación de…