imageneses.com
30 de julio de 2012. Un día como otro cualquiera para muchos de vosotros pero para mí fue un día especial. Decidí que el tabaco no podía seguir siendo parte de mi vida. Dificultad al respirar, cansancio continuo, dedos amarillentos, piel cetrina y deshidratada, mal aliento ... estas y otras razones me llevaron a tomar la mejor decisión que he podido tomar nunca, dejarlo de manera definitiva.Dejar de fumar no es un camino de rosas. Hay que tener una fuerza de voluntad brutal y tener siempre un NO rotundo preparado para los que nos ofrecen un cigarro. Gente muy puñetera que no entiende que quieras dejarlo y te "pincha" continuamente para que te fumes ese pitillo que "no va a pasar nada porque solo es uno". Desde aquel día no he vuelto a encender un cigarro, ni a darle una calada, incluso ha llegado a molestarme muchísimo el humo que antes aspiraba sin pestañear. Pero no voy a negar que, a día de hoy, hay momentos en los que se me sigue pasando por la mente. Es sólo un minuto, se hace largo, pero se supera.
Las primeras semanas fueron durísimas. Pleno verano, un calor terrible y me subía por las paredes de los nervios. Decidí ocupar la mayor parte del tiempo libre en tareas útiles que me permitieran mantener la mente alejada del tabaco. Os vais a reír pero me dio por limpiar la casa. Esto me ayudaba a no pensar y, a la vez, tener la casa como una patena. Luego me cansé de limpiar e inauguré este blog el cual me ha ayudado a tener la mente ocupada (y mucho) durante todo este tiempo.
Fumaba una cajetilla diaria y estaba muy enganchada pero no necesité ni de chicles, ni de parches, ni de pastillas para ayudarme a pasar el mono. Si que tuve la ayuda del famoso cigarrillo electrónico durante un par de semanas. Me lo prestó una compañera de trabajo. Lo utilicé en momentos críticos en los que bajar al estanco más cercano es una idea recurrente y con visos de ser cumplida. Se lo devolví porque no me fiaba un pelo de sus "bondades" y aparte me sabía a plástico requemado. Pero todo ayuda y mejor eso que encender un cigarro y provocar la recaída. A medida que pasan los días vas viendo que tu dependencia del tabaco es menor y la ansiedad decrece.
El Tano
Uno de los miedos que tienen los que dejan de fumar es a engordar. Engordé unos 5 kgs, aún yendo al gimnasio y haciendo deporte, pero cierto es que no me cortaba demasiado a la hora de comer. Eso sí, una cosa es darse un capricho y otra perder los papeles por completo. Una alimentación variada, con frutas, verduras, legumbres y pescado como protagonistas fue la mejor opción que pude seguir y, si la ansiedad aparecía, picaba con onzas de chocolate negro o postres lácteos bajos en grasas (siempre de chocolate - of course -). Y como ya sabéis muchos de los que pasáis por aquí, el running , deporte que cada vez me gusta más y que ha conseguido fortalecerme en todos los aspectos, ha tenido mucho que ver en mi "nueva vida libre de humos". Me lo llegan a decir hace un año y no hubiera dado crédito. Incluso estoy pensando en prepararme para la media maratón de Madrid del año que viene. Un reto de 21 km que cada vez estoy más convencida de conseguir completar. ¡No limits ! Espero que os haya servido mi experiencia y os animéis a dejarlo. Dejar el tabaco sólo os proporcionará beneficios. En este post no os he mencionado el dinero que se ahorra (que lo es y mucho) pero es más importante el bienestar y la salud. Luego ya pensaremos que hacemos con el dinero ahorrado... Y vosotros ¿Fumáis? ¿Sois ex-fumadores de éxito o el sólo hecho de pensarlo hace que vuestro nivel de ansiedad se dispare?