Cómo dejar de ser incel: guía definitiva sin pajas mentales

Por Kheldar @KheldarArainai
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En los últimos dos o tres años hay cada vez más personas utilizando este vocablo: incel. Además, en muchos casos, como un insulto. Por eso, no me extrañaría que cómo dejar de ser incel sea una de las búsquedas top de Google en breve.

Algunas personas te lo tiran a la cara si les llevas la contraria en un debate. Otros individuos se lo cuelgan como una medalla, y se justifican con tal condición para esgrimir conductas de lo más antisociales.

Pero, ¿qué es ser incel? ¿Qué implica y en qué nos afecta a uno mismo y a los demás?

Y tan importante como esas preguntas, hay otra para quien se considera a sí mismo como incel. ¿Se puede dejar de serlo? Si la respuesta es que sí… ¿Cómo?

Joker, el rey de los incels. Interpretado siempre por actores considerados sex-symbol, pero inspirando un amplio rechazo a su paso (excepto a personas con gustos muy concretos). Una imagen muy propia para un texto sobre cómo dejar de ser incel

Pasa y siéntete como en tu casa, porque hoy toca ponernos cómodos para hablar abierta y honestamente sobre este tema.

Preámbulo: qué carajo es eso de los incels y por qué debería preocuparte si te llaman eso

En algunos ambientes, hay personas que utilizan con demasiada liberalidad conceptos parecidos a este. Es una tacha más, y tiene el mismo objetivo que cualquier otra: desacreditar a quien la recibe.

Por ejemplo, cuando alguien compartió un texto de La Vida es Fluir (esta misma web) en Forocoches, un comentarista de dicho sitio web recriminó al usuario que compartía que esa era «la tercera vez que le pillaba compartiendo cosas de esa web escrita por un pichacorta nuncafollista«.

Y, efectivamente, nuncafollista es la palabra clave aquí. Surgió muchos años antes que incel, pero la idea es la misma.

Incel es uno de tantos vocablos ingleses que se han popularizado gracias a internet y las comunidades digitales.

Lo que significa es, literalmente, que no podrías follar ni aunque quisieras. Es decir, que eres un célibe involuntario.

En su sentido más extenso, un incel es alguien que, sin importar lo que haga, no despierta el interés ni recibe la atención de ninguna otra persona.

Nota importante: no quiero entrar en la categorización entre mancels, femcels e incels.

Por cuestiones de eficacia en la comunicación y evitar la reiteración innecesaria, diremos que los incels, sean del sexo que sean, tienden a ser personas que provocan un rechazo en los demás de manera involuntaria.

Esto puede deberse, entre otras causas, a las siguientes:

  • Su aspecto físico inspira dejadez, descuido, falta de salud o incluso habla de tendencias peligrosas (como la autolesión). A menudo también es un aspecto que no cumple con los cánones más aceptables de lo que se considera atractivo, deseable y sano.
  • Su comportamiento y sus posiciones morales, ideológicas y religiosas disparan todas tus alarmas. A menudo también son posturas exageradamente agresivas y extremistas, de esas que te incitan a pensar que corres peligro sólo con relacionarte con estas personas.

No me interesa entrar en distinciones porque, de puertas para dentro, todos intentan ayudarse a prosperar y terminan haciendo peor el problema de puertas para fuera.

Puedes ser célibe involuntariamente por tu comportamiento, tu presencia y las circunstancias; y puedes ser célibe voluntariamente por lo mismo, además de por malos tragos que te haya costado superar. Esa es la única puntualización que me preocupa.

Y ello únicamente porque, en su sentido peyorativo (y semidescriptivo de hecho, viendo algunas comunidades que pululan por ahí fuera); se considera que un incel es una persona resentida con su sexo deseado (es decir, con el sexo que le atrae) por no poder mantener relaciones sexuales de manera normal.

Algunas comunidades e individuos se han hecho tristemente famosos (o infames) por mantener actitudes indeseables: resentimiento, misantropía (con y sin especificación hacia hombres y mujeres), apología de la violencia contra personas sexualmente más activas… Y en ocasiones, también supremacismo racial.

¿Y la prevalencia? ¿Son más hombres que mujeres, o viceversa?

Es triste decirlo, pero bajo todos los baremos de los que dispongo, se considera que los incels tienden a ser hombres heterosexuales en mayor proporción.

Reflejan eso y que se tiende a considerar que las mujeres difícilmente serán incels; excepto que sufran de vaginismo, padezcan enfermedades terminales o hayan terminado en una relación platónica en la que su pareja no desee sexo. También se habla de aquellas que viven en países donde es legal el matrimonio concertado.

Además, me llama la atención que en algunos casos te hablan de «paraísos para solteros». Es decir, países donde ha habido grandes genocidios de hombres u otras circunstancias que provocaron que haya mayor población femenina que masculina; y, por consiguiente, los hombres de esos países se pueden permitir ser más selectivos.

¿Qué sucede para que se hayan mitificado algunos países como paraísos para solteros?

En muchos casos, como sucede con Rusia, Estonia, Ucrania y México por ejemplo, se destaca que sus mujeres son personas de cultura muy elevada y con espíritu emprendedor. Además gozan de gran belleza y se preocupan mucho por la salud. Suma eso a sus deseos de formar familia, y nace la etiqueta de paraísos para solteros.

Y es que, puestos a comparar, muchos incels masculinos te dirán que, en sus países de origen, una gran proporción de mujeres se permiten estar entre las menos educadas y más consentidas, tener el peor caracter y descuidar su salud y su aspecto; y aún así exigen relacionarse con hombres perfectos e intachables.

Casi puedo comprender que les enfade esforzarse tanto en la vida para resultarle atractivo a alguien de quien no vas a recibir algo recíproco. Cuando te cuesta tanto cuadrarte con alguien que no se molesta ni en ser buena persona, normal que te enfades.

Como imaginarás, estas no son fuentes mucho más fiables que Wikipedia y algunas piezas editoriales de la red. Todavía me falta encontrar algunos estudios serios sobre la cuestión. Ahora bien…

En mi percepción personal, esto no es coto exclusivo ni de hombres ni de mujeres.

De hecho, y todavía bajo mi propia opinión, considero que ser incel no es posible. Lo digo así de frente. Considero que es más bien una circunstancia transitoria.

Nos puede pasar a todos los seres humanos en cualquier momento de nuestras vidas. De hecho, incluso podemos llegar a meternos nosotros mismos de cabeza en esa situación. ¿Y qué necesitamos para que nos ocurra?

Nos basta con no entender las reglas del juego (o con malinterpretarlas y hacer falsas correlaciones causales), y terminar cagándonos encima de la mesa.

Por eso, en esta historia no sólo quiero hablar del término, sino de cómo dejar de ser incel.

Lo que no sirve para nada bueno si andas buscando cómo dejar de ser incel

Si te da por buscar en Google cómo dejar de ser incel, verás que a lo que recurre la mayoría es a su bolsillo.

Eso sí, de las maneras y los modos incorrectos. Me explico:

Los más radicales acuden a la prostitución, con la creencia de que si follas pagando terminas ahorrando.

Quienes acuden a la prostitución, lo hacen con la creencia de que es más sencillo y menos problemático que participar de la interacción social en el momento actual.

Sin embargo, tiene muchísimas más complicaciones que buscarte pareja, por decir una entre muchas opciones mejores.

Para empezar, y como es evidente, la prostitución es legal en muy pocos países. En España, en concreto, si te pillan contratando los servicios de un trabajador o trabajadora sexual, te comes una multa como un castillo.

Y no sólo eso, sino que contar con los servicios sexuales de alguien no resuelve el problema de base, que es un problema de tu propia actitud y mentalidad.

Lo que consigues así es enquistarte en las distintas etiquetas que conlleva (putero/a, incel, etc.) y cavar más profundo dentro del hoyo.

Otros se pagan cirugías estéticas, intentando parecerse al canon de belleza que consideran más aceptable para su público objetivo.

Esto, recalco de nuevo, lo hacemos hombres y mujeres.

Entre las cirugías estéticas más comunes tenemos las de pómulos, mandíbula, labios, nalgas, pechos/pectorales, lipoescultura, extracción de costillas, ensanchamiento de los hombros, cerramiento de la vagina y aumento del tamaño del pene.

¡Ah! Casi me olvido de la más chistosa para mí. También se ha hecho famoso el blanqueamiento anal. En especial desde que actores cómicos como Paco León, Ernesto Sevilla y Berto Romero lo cuelan en sus rutinas:

¿Por qué es incorrecto este enfoque «típico» para dejar de ser incel?

Puede que lo intuyas por lo que ya mencionaba en párrafos anteriores, pero igual te lo diré de frente.

No sirve porque pone el foco fuera de uno mismo y niega nuestra propia responsabilidad en este asunto.

Además, nos induce a emprender acciones correctas por motivos incorrectos y con intenciones ligadas a un resultado.

¿Te imaginas lo devastador que resulta gastarte millones en…

  • Tener una casa de súper lujo con todos los juguetes,
  • Dar con la tecla para ser tu propio jefe y poder traviajar como nómada digital,
  • Machacarte en el gimnasio y practicar deporte, siempre con las mejores equipaciones,
  • Vestir siempre a la última, con la ropa que mejor te sienta y más te realza;

… y seguir follando poquito, o más bien nada?

Por si no te lo imaginas, te hago los deberes. No sólo es que sea malo, ¡es la muerte en vida!

El pensamiento que te inunda es «si nada de esto me funciona, entonces no existe cómo dejar de ser incel».

Y ¡boom! Ahí lo llevas. Indefensión aprendida para toda la puta vida.

Entonces, hablemos de lo que sí sirve si andas buscando cómo dejar de ser incel. ¿Te parece?

Como ya he remarcado varias veces a lo largo del texto, la solución tiene que ver contigo mismo.

Y me explico. ¿Qué tal se te dan las siguientes destrezas?

  • Mostrar abiertamente tus deseos, sueños, ambiciones, propósitos, bloqueos y temores.
  • Compartirte y dejar que los demás se compartan; sin juicios y sin tratar de salvarle la vida a nadie.
  • Comunicarte desde la honestidad radical; respetando ciertos límites, acuerdos y valores clave.
  • Atender a lo que está sucediendo realmente, en vez de fantasear con lo que te gustaría que ocurra.
  • Poner cada cosa en su sitio, y no proyectar las heridas de experiencias pasadas en tu presente y futuro.

Si se te dan de puta pena, me parece de lo más normal que no puedas follar ni pagando.

Lo que de verdad funciona si te planteas cómo dejar de ser incel es tratar de estar lo más alineados posible, comenzando por el lado de dentro.

Cuando tienes bien tu mentalidad y tus emociones, tu actitud las sigue. A esto algunos lo llaman autoestima, o amor propio.

¿Entonces qué más haría falta? Pues que aportes una sensación de aceptación, de aprecio y respeto, de comodidad contigo y de confianza, tanto en ti como en el resto.

Eso es lo que genera deseabilidad, atractivo, comodidad y ganas. Y fíjate bien, porque aquí digo «genera», no «proyecta».

Muchos de los peores consejos que conozco van sobre proyectar algo que no se posee.

Ya sea estabilidad emocional, éxito social, abundancia financiera o la cuestión de turno; el caso es hacer alarde para dar la impresión de que tenemos de sobra para regalar.

Cuando consigues alinearte, dejas de fingir y de ponerte parches, y tomas mejores decisiones.

Las más evidentes, por cierto, contrastan con el terrible ejemplo anterior:

  • Escoges tu hogar, tu profesión y tu estilo de vida en función de lo que te hace feliz y los dones que tienes para aportarle al mundo; no en base a lo que mejor sirva para impresionar.
  • Todo el ejercicio físico, las dietas y la elección de vestuario que haces va orientado al único propósito de cuidarte, mimarte y sentirte bien. Además, es menos probable que cometas excesos que pongan en riesgo tu salud.
  • Y por supuesto, si escoges pagar a un trabajador sexual, no es a alguien que se prostituye. Cuando logras estar más alineado por dentro, te buscas educadores y terapeutas sexuales que te ayuden a mejorar tu contacto social y sexual con las personas que te atraen y con tu pareja si la tienes.

Y aquí viene el secreto mejor guardado si no dejas de pensar en cómo dejar de ser incel para librarte de una vez por todas…

Lo primero que tienes que hacer es dejar de identificarte con esa etiqueta, de creértela y de darle tanto poder sobre ti.

Tú no tienes absolutamente ningún control sobre lo que pase fuera de tu vida, las percepciones o las decisiones de los demás.

Pero sí que tienes control y responsabilidad sobre las cosas que hagas y que evites hacer. Por ejemplo:

  • Puedes empezar a prestarle atención a las personas que te aprecian y a quienes les gustas de verdad, y enterarte de qué es lo que más valoran en ti.
  • También puedes dejar de creerte trucos de mercadotecnia baratos, tales como que existen métodos infalibles para ligar con cualquier persona que se te antoje; y asumir de una vez que todos, INCLUSO TÚ, filtramos a las personas en base a criterios personales (a menudo bastante egoístas), para no ofenderte cuando te pase.
  • Además, podrías preocuparte de aprender más sobre tus ritmos, tus tiempos y tus necesidades, para poder pensar en los de los demás. Últimamente se están disparando muchos casos de temor a los sentimientos intensos (filofobia, lo llaman algunos), solamente porque no sabemos acompasarnos.
  • Y por supuesto, no te vendría mal conocer cómo está el panorama ahí fuera en cuanto a modelos de relación, tendencias sociales e influencias culturales. Por aquello que decíamos al principio de conocer el juego y no cagarse encima del tablero.

Bien, esto es todo lo que tenía que contarte si te preocupa cómo dejar de ser incel

Espero que te sirva para poner un poco más de calma y orden dentro de esa cabecita tuya.

Recuerda: no es culpa de nadie. No hay enemistad en esto.

En términos mercantiles, simplemente no estás enfocándote a tu cliente ideal.

No estás empleando los canales de comunicación y promoción adecuados, el lenguaje que usas no representa a tu consumidor, y los valores que demuestras atraen justo lo que no deseas.

Finalmente, te invito a conocer mi manera de ayudar a los que buscan cómo dejar de ser incel

Por suerte, si quieres cambiar esta circunstancia, existimos profesionales que sí te ayudamos a resolver el problema desde sus causas reales. ¡Nada de parches absurdos que se caen rápido y te dejan peor que estabas!

Si tienes un verdadero interés por superar esta situación del celibato involuntario, ya sea…

  • Porque todavía no superas una ruptura traumática y no te olvidas de tu ex,
  • Por sentir desconfianza hacia los demás debido a malos tragos del pasado,
  • Porque te caga de miedo lo que podría pasarte si eliges una mala pareja,
  • O por sentir que los tiempos han cambiado tanto que ya no comprendes nada,

… entonces te invito a comenzar por unirte a la Tribu Relaciones Auténticas.

Es un grupo privado de Facebook que gestionamos juntos mi pareja y yo.

Allí te espera un reto de bienvenida, con el que podrás conocer una parte de nuestro trabajo y comenzar a resolver tu situación de celibato involuntario.

Podrás comprender y abordar sus tres causas principales: el miedo, la culpa y la vergüenza.

Y si deseas ayuda especializada, puedes contactarme directamente para conocer mis programas privados, tanto grupales como individuales.

De momento, corto aquí el hilo. Ya he expuesto todo lo que tenía para decir sin redundar demasiado.

Si lo deseas, cuéntame tus experiencias con esto del celibato involuntario, por si le dieran a alguien una pista sobre cómo dejar de ser incel.

Cuéntame en los comentarios si te has visto alguna vez en esa situación, que será más interesante que hablar sobre experiencias con personas que se consideran incels o a las que les cayó la tacha.

Si identificas un periodo de celibato involuntario en tu vida, ¿cuáles crees que fueron las causas que te llevaron a ello? ¿Y qué piensas que fue lo que te ayudó a salir de esta circunstancia?

Un fuerte abrazo y hasta la próxima entrada.

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