Los medios de comunicación, considerados como el cuarto poder, juegan un papel fundamental en nuestra sociedad. Su influencia en las personas es capaz de provocar cambios positivos, pero también puede llegar a promover comportamientos negativos, especialmente en las relaciones de pareja, normalizando conductas de control, victimismo y manipulación emocional.
En los últimos meses, la parrilla televisiva ha demostrado una tendencia a saturar al espectador con programas o series cuya temática está relacionada con la idea del amor romántico, aunque con un enfoque completamente distorsionado y arcaico que puede provocar una normalización de conductas poco recomendables para una relación amorosa.
Un ejemplo de esto es un famoso programa de televisión, emitido en prime time, en el que se muestra una visión de desigualdad en las relaciones de pareja. La parte femenina es duramente criticada por acciones que, cuando son realizadas por los varones, son aplaudidas. Incluso, en muchas ocasiones llegan a tener que disculparse por tener deseos sexuales, pidiéndoles que se arrepientan.
Estos comportamientos nos enseñan un tipo de relación en el que su nexo es la dependencia emocional. Esta toxicidad nos alcanza a todos los individuos en sociedad y son un peligro para los más jóvenes, que aún se están formando emocionalmente. Por ello, en los últimos años las redes han comenzado a contar con la presencia de profesionales diplomados en psicología en línea, que identifican este tipo de conductas y nos invitan a realizar un ejercicio de introspección, para conocer cuáles son nuestros límites.
A esto podemos unir el documental "Framing Britney Spears", donde se muestra la manipulación junto al desprestigio hacia la cantante, no solo por parte del que fue su pareja, sino también de su propio padre.
En la actualidad, estos comportamientos de manipulación emocional se han extendido por el uso de los dispositivos móviles. La sobreexplotación de nuestras vidas privadas en una sociedad que está hiperconectada es un factor que juega un papel clave, ya que representan un nuevo soporte en el que se perpetúan conductas poco recomendables, como pedir explicaciones por tardar en responder un mensaje o por interactuar con otros usuarios ajenos a la pareja.
No obstante, el problema no está en el uso de estos dispositivos, sino en la forma de manejarlos, tanto en relaciones de pareja como de cualquier otro tipo. Por ello, es fundamental contar con una buena educación emocional, con el objetivo de identificar estos comportamientos y alejarse de ellos.
Tips para reconocer la manipulación emocional
La manipulación emocional se puede producir en todo tipo de relaciones, tanto en las amorosas como en las familiares, laborales y de amistad, entre otras. Sin embargo, en lo que respecta a las uniones amorosas, existen ciertos aspectos que nos pueden ayudar a reconocer la presencia de estas conductas de manipulación, que tienen como objetivo causar culpa, así como generar obligación y desconcierto.
A continuación, tips para reconocer a una persona manipuladora emocional:
- Identifican rápidamente las emociones y las debilidades
- Su forma de comunicar es agresiva
- Son impacientes y amenazan para conseguir lo que quieren
- Culpabilizan a los demás de los errores
- No asumen responsabilidades
- Sus relaciones suelen basarse en causar incertidumbre y tristeza
- No saben empatizar
- Ignoran a su pareja con frialdad y silencios a modo de castigo
Estas acciones provocan una dependencia del estado anímico de la otra parte. Nuestra estabilidad emocional ya no dependerá únicamente de nosotros, ya que no se trata de una relación equilibrada, sino que siempre habrá una parte que se sacrificará.
Este sacrificio y sufrimiento conlleva la aparición de inseguridad en lo que respecta a la continuidad de la relación, provocando también que nuestra autoestima disminuya. De esta forma, tendremos miedo a la reacción de nuestra pareja constantemente, por lo que nuestra vida girará en torno a ella.
Así, manifestaremos muestras de afecto y búsqueda de atención de forma continuada, con el objetivo de alcanzar la aprobación de todos nuestros actos.
Además, estos comportamientos suelen venir acompañados de otras conductas controladoras, exigiendo saber dónde y qué hacemos en cada momento. Este hecho está íntimamente relacionado con los celos, así como en la utilización de las relaciones sexuales como instrumento para la resolución de conflictos, basando la relación en idas y venidas, conflictos y reconciliaciones.
Cómo salir de una relación con una persona manipuladora
Romper con un círculo vicioso donde hay momentos maravillosos a otros horribles, junto con el papel de intentar cambiar o salvar a dicha persona es uno de los retos más complicados que existe.
Hay un desgaste emocional que nos impide avanzar, y el no entender por qué no funciona y si es nuestra responsabilidad.
Debes romper con esa persona cuanto antes. No obstante, esto no significa que lo hagas por mensajería instantánea o haciendo ghosting, ya que hay que tener tacto y asertividad. Por ello, lo ideal es comunicar que no deseamos continuar la relación con nuestra pareja, cuidando las formas y con el máximo respeto.
A pesar de esto, es importante que conozcas que lo más habitual es que esa persona trate de hacernos cambiar de idea con manipulaciones. Así, es fundamental reafirmarnos en nuestra decisión y no ceder, cortando todo tipo de contacto y advirtiendo a tus amigos y familiares de no proporcionarle información sobre ti.
El proceso de rupturas con este tipo de persona es similar a un síndrome de abstinencia, pero se supera.
Este tipo de relaciones son complicadas de superar, ya que la dependencia que tenemos con nuestra expareja jugará un papel en nuestra contra, haciéndonos dudar de la decisión de romper con el/ella. Por consiguiente, es importante que visitemos a un profesional especializado, ya que nos ayudará a superar esta inseguridad y a seguir adelante sin esa persona.