Comprar es una actitud que la mayoría por no decir todos, aprendemos con el tiempo. Ganamos experiencias, aprendemos de los errores, y nos obliga a aprender sobre las características que buscamos al experimentar necesidades que antes no hemos tenido.
Cuando compramos, el precio es algo que puede motivar, al igual que las formas, los colores ... pero lo importante, es ver el fin que vamos a dar al objeto que queremos comprar. Determinar lo que es caro o barato debe de ser relativo, dependiendo de nuestra economía y de las veces que vamos a usar ese producto.
A mi me encanta la ropa, y la de niños es un vicio. Y cómo crecen tan rápido siempre tienes una excusa para ir en caza y captura. Pero seamos francos, por bonitas que sean ciertas prendas para jugar en casa, creo que es más cómodo estar con un pantaloncito de algodón que con polainas.
Y a veces "el menos" es mejor que "el más". Es preferible tener como quien dice tres prendas de buena calidad (que no siempre esto debe significar caro -y para esto se inventaron las rebajas-) que aguanten "de verdad" los miles de lavados que sufrirán.
Esto dicho para la ropa se puede traducir para cualquier cosa que compréis. Los juguetes son importantísimos en su desarrollo. Ayudan a aprender palabras. La clave a la hora de elegirlos es que ddeben enseñar a relacionarse con los demás, mejorar sus habilidades motoras y ayudar a que sean más lógicos e imaginativos. Los retos que propongan deben ser alcanzables y adecuados a su edad y fáciles de guardar sin la ayuda de los progenitores. Personalmente soy mejor comprando online porque así puedo hablar con la almohada. ¿Os gustan comprar juguetes educativos? Si te gustó este post, compártelo!