¿Cómo elegir mejor el protector solar para tu piel?

Por Apoteca_verde @apotecaverde

Y de repente, te preguntas: ¿Cómo elijo un fotoprotector que me vaya bien? ¿Cuál es el mejor protector solar para mi? ¿Y para mis hijos? ¿Con cuál no me quemaré? ¿Qué filtros debo de buscar en un protector solar, para estar protegida? ¿Evitará que me salgan arrugas? ¿Debo de usar protección solar siempre?…

Quizás antes de nada, debas de comprender como funcionan las radiaciones solares sobre tu piel. Las más perjudiciales para tu salud son:

  • UVB (ultravioleta B): B de “burning” en Inglés, significa quemadura. Son las que te ponen moreno o te queman. Penetran poco en las capas de tu piel. Hay que tener mucho cuidado con ellas, desde las 12.00 de la tarde a las 17.00,  son más intensas a esas horas. Y sobre todo en los meses de verano.
  • UVA (ultravioleta A): A de arruga. Son las responsables de las manchas, del cáncer de piel y del fotoenvejecimiento. Seguro que conoces a alguien que ha abusado mucho del sol y está arrugado como una uva pasa. O quizás, tiene la piel llena de manchas, como las de un dálmata. Éstas radiaciones, actúan durante todo el año. En días nublados o soleados, les da igual. Traspasan los cristales de las casas, de los coches. Y alcanzan, las capas, más profundas de tu piel.
  •  IR-A (infrarrojos A): son los responsables de que cuando estás al sol, tengas esa sensación de calor. Éstos penetran muy profundo en la piel y te provocan arrugas y flacidez.
  • Luz azul visible de alta energía (HEV). No sólo la produce el sol. También la encuentras en las luces LED de tu casa, en la pantalla plana de la televisión. En tu ordenador. En tu tablet. O en tu móvil. En estos dispositivos, las radiaciones son pequeñas. Pero, ¿cuantas horas te tiras con estos dispositivos electrónicos? Para tu información, se está viendo que a corto y medio plazo, pueden causar en tu piel la sequedad, inflamación, rojeces, arrugas, pigmentación desigual, manchas, sensibilidad y flacidez. O sea el fotoenvejecimiento. Y en tus ojos – el cansancio y daños en la retina.

Todas estas radiaciones solares, hacen una escabechina en tu piel. Pues dañan las fibras de colágeno y elástina. Cuando se rompen las fibras de elastina, tu cuerpo produce unas enzimas. Las metaloproteinasas (MMP). Estas ayudan más a descomponer el colágeno. Y aparecen las temidas arrugas.

Pero desgraciadamente, la cosa no queda aquí. Sino que estas radiaciones, dañan al ADN de las células de tu piel. Tu cuerpo intenta repararlo. Y en esta reparación, se generan radicales libres, que producen más daño. Destruyendo más colágeno, más elastina. Cómo un elefante, metido en una cristalería. Todo esto se traduce en arrugas, manchas solares y lo que es peor, un cáncer de piel.

Un pequeño inciso, los antioxidantes combaten a estos radicales libres. Por ello son tan importantes su uso, ya sea en cosméticos, como en la comida o suplementos nutricionales.

Por tanto, el estar bronceado, no es otra cosa, que un daño que tu piel hace visible. Cuando los rayos ultravioletas (UV), inciden sobre tu piel, tu cuerpo produce un pigmento que es la melanina, para defenderse de esta radiaciones UV.

Un buen protector solar debe ser capaz de absorber o reflejar estas radiaciones y mantener nuestra piel sana. Los fotoprotectores, están formulados con unas sustancias, llamadas filtros. Son sustancias que absorben o reflejan las radiaciones solares, protegiendo tu piel. Tenemos:

  • filtros físicos o minerales. Producen un efecto armadura, sobre tu piel (reflejan las radiaciones, bloqueándolas). No irritan, ni producen alergias. Tienen un efecto inmediato, tras su aplicación.

Los contras es que pueden dejar una película blanca sobre la cara. Ya hay muchos, con formulaciones muy buenas, que no hacen esto. Búscalos que no vayan en nanopartículas, para que éstas no penetren en tu torrente sanguíneo. Son mi elección. Los más saludables para tu organismo. Son micro o nanopartículas a base de minerales, como el óxido de zinc, óxido de hierro, caolín, mica, talco o dióxido de titanio. Suelen estar formulados con muy pocos ingredientes activos. Si tienes algún tipo de dermatitis, estás embarazada, tienes un niño pequeño, tienes una lesión en la piel, cicatrices, tienes una piel muy sensible o después de haberte hecho el láser o un peeling químico, úsalo si o si.

  • filtros químicos. Están formulados con compuestos químicos. Penetran en la epidermis y absorben los rayos ultravioletas, transformándolas en calor, de esta manera las bloquea. Por esto, hay que poner el protector solar unos 30 minutos antes de salir a la calle. Para darle tiempo a que se absorba y ejerza su acción.

Tienen texturas fluidas y normalmente no dejan una película blanca en la piel. Su formulación suele llevar más de 6 ingredientes activos. Éstos al absorberse, pasan al torrente sanguíneo. Por lo que pueden producir problemas de alergias e intolerancias, además de trastornos hormonales. A veces, al entrar en contacto con los ojos, pican. Son muy nocivos para el medioambiente.

  • filtros biológicos son antioxidantes que impiden la formación de radicales libres y estimulan el sistema inmunológico de tu piel. Secuestran a estos radicales libres, para que no hagan estragos, en tu organismo. Por lo que previenen la aparición de arrugas, el envejecimiento de tu dermis y el cáncer. Se utilizan vitaminas como la A (betacarotenos), C y E.

Aquí ya tienes la primera premisa, para saber qué tipo de protector solar, quieres o mejor dicho,  debes elegir. Yo lo tengo clarísimo.

Una vez sabes qué tipo es el tuyo, deberías de fijarte también en los símbolos, que trae el envase del protector solar.

  • FPS es el factor de protección solar te indica la protección, que tienes frente a las radiaciones ultravioleta B (UVB). Recuerda, que son las que te producen las quemaduras. Llevan un número 15, 20, 50+ y te da el tiempo aproximado, que puedes estar expuesto al sol, sin quemarte.

Decirte que un FPS 30 bloquea, el 97% de los UVB, un FPS 50+ bloquea un 98%, FPS 100 bloquea el 99% de las UVB, por lo que tú decides que factor usar. ¡Se me olvidaba decirte, que esto es así, siempre que te apliques 2 mg de producto por cm de piel. ¿Alguna vez, lo has hecho?… Por tanto, siempre estarás por debajo de la protección que te indica el envase de tu protector solar.

  • UVA, NO todos los fotoprotectores lo llevan. Recuerda, que son las radiaciones responsables de las arrugas y de la flacidez de piel. Además si éste va en el etiquetado de nuestro envase, una de las cosas que debes de saber es que para que sea eficaz debe de ser 1/3 del FPS. El símbolo será UVA. Debe de llevar antioxidantes en cantidades, que sean capaces de neutralizar los radicales libres, que producen este tipo de rayos.
  • WATERPROOF son muy resistentes al agua y a las fricciones con la toalla. Se tarda, unos 80 minutos dentro del agua, en eliminarlo de tu piel. Suelen llevarlos los protectores solares de niños. Todo estos tiempos, son en condiciones de laboratorio. Por lo que te aconsejo, reaplicar el fotoprotector después de un baño prolongado.
  • NO comedogénico,  que no produzca comedones.
  • Oil free, que no aporte grasa a tu cara.

Una vez, ya tienes claro, que protector solar usar, mis últimos consejos:

  • Si te maquillas, ponte un fotoprotector. Aplícalo, antes del maquillaje, para estar bien protegido. Espérate unos 4 minutos, antes de maquillarte.
  • Las cremas de día de tratamiento, suelen llevar un FPS del 15, pero ponte un protector solar, porque quizás se te queden cortas.
  • Aunque NO vayas a exponerte al sol, ponte la protección solar, pues al andar por la calle, los rayos ultravioleta están incidiendo sobre tu piel. Recuerda, que son capaces de atravesar todo tipo de cristales.
  • En un día nublado, ponte tu protector solar, pues atraviesan las nubes, estas  radiaciones.
  • Si tomas anticonceptivos, antidepresivos, diuréticos, antibióticos, ponte un fotoprotector porque manchan la piel.
  • Si estas usando retinol o te has hecho una exfoliación, ponte la protección solar, evitarás que se te manche la piel o sufrir algún tipo de alergia solar.
  • No olvides de protegerte los labios, las manos, las orejas y el escote. Son zonas que están constantemente, expuestas al sol. Ahhhh y por supuesto tus ojos, con unas buenas gafas de sol.

Recordarte, que no hay ningún protector solar, con un 100% de protección. ¡Por lo que ante todo, sentido común con el sol! Recuerda, que tu piel tiene memoria. ¡Y tus excesos hoy, serán problemas para el mañana!

Por tanto es importantísimo, seguir pensando en verde.

Referencias:

medline.plus

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Wilkinson JB, Moore RJ. Cosmetología de Harry. Madrid: Díaz de Santos; 1990.

La biblia del cuidado de la piel Dra. Anjali Mahto. 2019

Secretos de belleza coreanos, para una piel radiante. Charlotte cho. 2016

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