Cómo elegir pintura para hormigón y asfalto

Por Luissantalla

Los revestimientos continuos en algunos paramentos resultan ser un aspecto fundamental para la estética final de una obra de arquitectura. La complejidad de su elección tiene mucho que ver con las condiciones internas del material de soporte, pero también con el aspecto final buscado (color, textura, durabilidad y otras características organolépticas). En este sentido pinturas reveton es una opción que proporciona diversas soluciones constructivas, especialmente sobre hormigón y asfalto.

El hormigón y el asfalto constituyen soportes continuos de cierta calidad estética, pero cuyo acabado final puede resultar demasiado árido o no responder a una buena ejecución, por lo que pintarlos supone un aspecto esencial. Una amplia gama cromática que además garantice propiedades de durabilidad y protección sobre el soporte es la clave de este producto constructivo. La pavimentación y la composición de soluciones constructivas o revestimientos continuos ha sufrido una gran evolución a lo largo de la historia. Desde los revestimientos continuos desarrollados por la cultura romanas, a las más modernas soluciones contemporáneas, la tecnología ha permitido incidir sobre determinadas características específicas que tienen que ver especialmente con la durabilidad, la resiliencia o la estética.  También influyen factores externos a las características de los materiales como la adaptación al paisaje, condiciones climáticas o topografía.

Los pavimentos de aglomerado asfáltico permiten un revestimiento continuo de alta durabilidad, resistente especialmente a esfuerzos rasantes. La pintura sobre estos pavimentos asfálticos o bituminosos, han de adecuarse a sus condiciones internas como la rigidez o la impermeabilidad. El slurry de pinturas reveton es una de las posibles opciones que permiten mantener las condiciones del soporte intactas y trabajar de forma solidaria con él. La ejecución de este tipo de revestimiento sigue el esquema de cualquier pavimento de mezcla bituminosa, constituyéndose como la capa superficial de revestimiento sobre el riego de imprimación, capa intermedia con ligante y árido calizo y capa de rodadura con árido silíceo. La última capa es la más relevante en términos de uso ya que ha de garantizar la resistencia, impermeabilidad, durabilidad y resistencia necesarias sin que ésta resbale o se fracture.

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Los soportes de hormigón presentan mayor variedad formal ya que este material se utiliza en una gran variedad de formas en el diseño arquitectónico. Por otra parte el hormigón es un material más complejo en términos compositivos y formales, lo cual implica gran diversidad compositiva y una amplia variedad de acabados. La elección de una pintura para un soporte de estas características es compleja y conviene atender a las diferentes condiciones particulares de el elemento a pintar. Además, el soporte de hormigón requiere de la disposición de juntas que interrumpen la aparente continuidad del revestimiento. Ya que se pueden utilizar muchos tipos de hormigones, son muchos los tipos de pinturas que se pueden aplicar en función a su grado de exposición, textura, imagen final, función, tensiones o precio. En ocasiones se puede requerir que la pintura aporte una mayor reflectancia o se busca aportar señalética sobre la superficie. La selección de la pintura adecuada requiere el conocimiento del material de soporte así como de las necesidades o funciones que ha de resolver. 

La pintura es un material de revestimiento muy versátil, una solución de aspecto sencillo por su mínimo espesor y por la optimización estética que aporta. Sin embargo como solución constructiva, funciona como una envolvente mínima de un soporte previo al que ha de proteger y aportar la función que se le requiera, por ello su correcta elección es una condición fundamental.

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